
Hay señales de alarma de divorcio o ruptura. Y este tipo de comportamiento es uno de ellos. ¿Qué te llevará directamente a la separación?
Eres del tipo demostrativo. Y lo demuestras con muchas palabritas de amor: «Mi amor», «Mi ángel», «Ya te echo de menos»… Alerta roja. Según un reciente estudio estadounidense publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, la proliferación de declaraciones de amor y otros gestos de afecto es prueba de una relación condenada al fracaso.
Una señal de lo que está por venir
El estudio analizó el comportamiento de 168 parejas durante un periodo de 13 años, es decir, a largo plazo. Lo que surgió fue que demasiado afecto es un presagio de disfunción en la pareja. Y cuando hay demasiado, la pareja parece desmoronarse unos años después. Por el contrario, los amantes menos demostrativos tienen más probabilidades de permanecer juntos a largo plazo. Entonces, ¿la necesidad de demostración es una necesidad de reafirmación dentro de la pareja? ¿O de convencerse de su durabilidad?
«Algunas personas se dejan atrapar por el enamoramiento de las primeras etapas de una relación, de ahí la expresión «el amor te ciega». Sin embargo, sabemos que el enamoramiento, la pasión, no son estados posibles a largo plazo», explica el psicólogo Mason Roantree en las columnas de The Independent. «Una vez que eso desaparece, tienes que fijarte en lo que queda entre las dos personas, y si no hay más conexión que la pasión, entonces es probable que la relación se desmorone»
Esto ocurriría en varias etapas. Primero viene la desilusión. Una vez que desaparece la pasión, abres los ojos a quién es realmente la otra persona. Si, además, se instala la rutina, puede ser rápidamente fatal y conducir a la ruptura. La desilusión suele conducir a la decepción. Y si esta última es repetitiva, sin renovación de sentimientos positivos, se acabó. Por eso algunas personas multiplican sus muestras de afecto para compensar la falta. Y ahí radica el problema. El afecto por sí solo no basta para mantener unida a una pareja. Hace falta algo más para que una relación funcione. Así que, aunque esta técnica resulte tranquilizadora al principio, sólo está camuflando un vacío que muy probablemente conducirá a la ruptura.
Y si además discutes, las consecuencias no se harán esperar, sobre todo si utilizas una de esas palabras..