NoahAndRose

꧁It fascinates me when bodies talk, when souls brush against each other in the secret of a glance. At that moment when the universe stops, when the murmur of the world disappears and only the shared palpitation remains, a conversation that needs no words. Language is our skin, our hands sliding like water between our fingers, and each gesture, as subtle as a caress in the wind, is a promise that has not yet been pronounced. Life is an art that we savor, a wine that slides slowly across our lips, as gently as the breeze that envelops us on serene nights under the stars. Ah, how that simplicity delights me. The fleeting touch of warm skin, the echo of a laugh in the dark, the gentle friction of the everyday that becomes something extraordinary. Every detail, every whisper in the air, speaks of a connection that goes beyond the body. It is in the unspoken that the mystery lies. In the pause between two breaths, in the space that remains after a touch, there lives the purest desire. It is not the fire that burns fast, but the one that remains constant, like a spark that crackles in the half-light. It is in those moments of shared silence that the most intimate truths are forged, where the soul is laid bare before the other without fear. I lose myself in the authenticity of the simple, in the beauty found in the commonplace. A wine that caresses the palate, a night where the sky envelops us with its blanket of stars, a warm breeze that whispers ancient secrets. It is not just the touching of bodies, it is the invisible connection that is born between two beings who are at the same point in the universe, synchronized, breathing at the same rhythm. I firmly believe in the alchemy of souls, in that bond that is woven from the deepest, where words are superfluous and chemistry speaks for itself. I do not seek the obvious, but what is hidden in the folds of time, in what the wind brings with it when everything seems calm. It is in that mystery, in that unknown, where true passion lies, where desire does not need to be explicit to feel like an electric current under the skin. When glances cross in the middle of the crowd, when the touch of a hand in the dark leaves a trace that lingers, that is where desire begins to awaken. And it is not only carnal desire, it is the yearning to discover what the other hides, what is not said, what is left in suspense between one word and the next. It is the game of mutual knowledge, of slowly unveiling what lies behind each gesture, each silence. If you value the unexpected, if in every encounter you look for that spark that ignites the fire of curiosity, maybe we can discover together what is hidden beyond the words. Translated with DeepL.com (free version)꧂

꧁Me fascina cuando los cuerpos hablan, cuando las almas se rozan en el secreto de una mirada. En ese momento en que el universo se detiene, donde el murmullo del mundo desaparece y solo queda el palpitar compartido, una conversación que no necesita de palabras. El lenguaje es nuestra piel, nuestras manos deslizándose como el agua entre los dedos, y cada gesto, tan sutil como una caricia al viento, es una promesa que aún no se ha pronunciado. La vida es un arte que saboreamos, un vino que se desliza lento por nuestros labios, con la misma suavidad que la brisa que nos envuelve en las noches serenas bajo las estrellas. Ah, cómo me deleita esa simplicidad. El toque fugaz de una piel tibia, el eco de una risa en la oscuridad, la suave fricción de lo cotidiano que se convierte en algo extraordinario. Cada detalle, cada susurro en el aire, habla de una conexión que va más allá del cuerpo. Es en lo no dicho donde reside el misterio. En la pausa entre dos respiraciones, en el espacio que queda tras un roce, allí vive el deseo más puro. No es el fuego que arde rápido, sino el que se mantiene constante, como una chispa que crepita en la penumbra. Es en esos momentos de silencio compartido donde se forjan las verdades más íntimas, donde el alma se desnuda ante el otro sin temor. Me pierdo en la autenticidad de lo sencillo, en la belleza que se encuentra en lo común. Un vino que acaricia el paladar, una noche donde el cielo nos envuelve con su manto de estrellas, una brisa cálida que susurra secretos antiguos. No es solo el roce de los cuerpos, es la conexión invisible que nace entre dos seres que se encuentran en el mismo punto del universo, sincronizados, respirando al mismo compás. Creo firmemente en la alquimia de las almas, en ese lazo que se teje desde lo más profundo, donde las palabras sobran y la química habla por sí misma. No busco lo evidente, sino lo que se oculta en los pliegues del tiempo, en lo que el viento trae consigo cuando todo parece en calma. Es en ese misterio, en esa incógnita, donde reside la verdadera pasión, donde el deseo no necesita ser explícito para sentirse como una corriente eléctrica bajo la piel. Cuando las miradas se cruzan en medio de la multitud, cuando el roce de una mano en la oscuridad deja una huella que persiste, ahí es donde el deseo comienza a despertar. Y no es el deseo carnal solamente, es el ansia por descubrir lo que el otro oculta, lo que no se dice, lo que queda en suspenso entre una palabra y la siguiente. Es el juego del conocimiento mutuo, de desvelar lentamente lo que hay detrás de cada gesto, de cada silencio. Si valoras lo inesperado, si en cada encuentro buscas esa chispa que prende el fuego de la curiosidad, tal vez podamos descubrir juntos lo que se esconde más allá de las palabras.꧂ 

꧁Under the faint light of a shy moon, my soul unfolds in every word, in every sigh that the wind carries with it. I am a being of deep passions and eloquent silences, someone who knows how to find art in every detail, in every hidden corner of everyday life. I let myself be carried away by the echo of the stars, by the soft music that sings life among the simplest and most sublime moments. There is a magic in the touch of the unspoken, in the gestures that barely touch the skin, but awaken the senses. I delight in the essence of the subtle, in the spaces created between words and whispers. I do not seek the obvious or the immediate, but that which is hidden behind a sustained gaze, in the warmth of a shared silence. In every deep conversation, in every delicate touch, I find the connection between body and soul, where souls touch and recognize each other without the need to utter a single word. That is where my desire is born, in that crossing of worlds that happens in the pause between two breaths. I love to lose myself in the simplicity of a starry night, where the sky unfolds like an infinite blanket and the whisper of the warm breeze caresses the skin. There, under that vast nocturnal canvas, I feel that the universe speaks to us, that each star holds a secret to be discovered. I am fascinated by the charm of a good wine, of that instant when its flavor fills the palate, slow and deep, like an unhurried conversation. The joy is in the details, in the small things, in what goes unnoticed for many but for me is a universe in itself. I am a being of authentic emotions, of those that are born from the deepest and are expressed in the simplest. I am not interested in the superficial or in what fades away at dawn. I believe in the connections that transcend, in those looks that say everything without saying anything, in those moments where time seems to stop and the world disappears, leaving only the shared heartbeat between two souls. I am seduced by the authentic, that which does not seek to impress but to move, that which is lived intensely but without stridency. In my world, sensuality is not found in what is explicit, but in what is suggested, in what is insinuated in a brush of fingers or in the smile that remains suspended in the air. Desire is like a gentle breeze that sneaks through the folds of time, a subtle current that barely grazes the skin, but awakens the senses in a deep and slow way. It is in that play of light and shadow that I find myself, in the art of the unspoken, in the poetry that flows between bodies and souls. I am intrigued by the mystery of what has not yet been revealed, that moment of anticipation where the skin trembles waiting for the next gesture, the next sigh꧂ 

꧁Bajo la luz tenue de una luna tímida, se despliega mi alma en cada palabra, en cada suspiro que el viento lleva consigo. Soy un ser de pasiones profundas y de silencios elocuentes, alguien que sabe encontrar el arte en cada detalle, en cada rincón oculto de lo cotidiano. Me dejo llevar por el eco de las estrellas, por la música suave que canta la vida entre los momentos más simples y sublimes. Hay una magia en el roce de lo no dicho, en los gestos que apenas rozan la piel, pero que despiertan los sentidos. Me deleito en la esencia de lo sutil, en los espacios que se crean entre las palabras y los susurros. No busco lo obvio ni lo inmediato, sino aquello que se oculta tras la mirada sostenida, en el calor de un silencio compartido. En cada conversación profunda, en cada roce delicado, encuentro la conexión entre cuerpo y alma, donde las almas se rozan y se reconocen sin necesidad de pronunciar una sola palabra. Es ahí donde nace mi deseo, en ese cruce de mundos que sucede en la pausa entre dos respiraciones. Me encanta perderme en la simplicidad de una noche estrellada, donde el cielo se despliega como un manto infinito y el susurro de la brisa cálida acaricia la piel. Allí, bajo ese vasto lienzo nocturno, siento que el universo nos habla, que cada estrella guarda un secreto por descubrir. Me fascina el encanto de un buen vino, de ese instante en que su sabor llena el paladar, lento y profundo, como una conversación sin prisas. El goce está en los detalles, en lo pequeño, en lo que pasa desapercibido para muchos pero que para mí es un universo en sí mismo. Soy un ser de emociones auténticas, de esas que nacen de lo profundo y se expresan en lo más simple. No me interesa lo superficial ni lo que se desvanece al amanecer. Creo en las conexiones que trascienden, en esas miradas que lo dicen todo sin pronunciar nada, en esos momentos donde el tiempo parece detenerse y el mundo desaparece, dejando solo el latido compartido entre dos almas. Me seduce lo auténtico, lo que no busca impresionar sino conmover, lo que se vive intensamente pero sin estridencias. En mi mundo, la sensualidad no se encuentra en lo explícito, sino en lo sugerido, en lo que se insinúa en un roce de dedos o en la sonrisa que queda suspendida en el aire. El deseo es como una brisa suave que se cuela entre los pliegues del tiempo, una corriente sutil que apenas roza la piel, pero que despierta los sentidos de una manera profunda y lenta. Es en ese juego de luces y sombras donde me encuentro, en el arte de lo no dicho, en la poesía que fluye entre los cuerpos y las almas. Me intriga el misterio de lo que aún no ha sido revelado, ese momento de anticipación donde la piel tiembla a la espera del siguiente gesto, del siguiente suspiro꧂ 

꧁The art of construction has always had something erotic, something visceral that connects the foundations of the physical world with the deepest desires. Imagine a master builder, with strong and calloused hands, working with precision on a structure that is not only made of brick and mortar, but also of flesh and skin. His movements, firm and confident, draw invisible lines in the air, outlining not only the contours of a work in progress, but also the way in which, little by little, he is building an intimate connection with his environment. The eroticism of sexual construction is not just a play on words, but a metaphor in which every action has a purpose, each touch is a tool that molds, transforms and elevates. In the architecture of desire, bodies become the fundamental blocks, where curves and straight lines converge in a perfect design. The builder's hands glide gently over the surfaces, exploring textures, pressing firmly when necessary and smoothing when the ground calls for it. Like an architect who knows the importance of details, every touch, every touch, is calculated to build an experience that goes beyond the physical, an experience that transcends the tangible and delves into the emotional and sensory. The heartbeats are synchronized with the rhythm of the hammer blows, and the sound of the metal against the metal is an echo of the passion that beats in the background of each encounter. In this scenario, the body becomes a work under construction. The moans, whispers and deep breaths are like the sound of the foundations that are settled, the first signs of a solid structure that is taking shape. The sweat on the skin is like cement that hardens with heat, sealing the union of the bodies, making each encounter a masterpiece that lasts. The builder's tools - hammer, nails, level - find their parallel in the way lovers use their own tools, hands, lips, whispers, to create something that did not exist before, something that can only arise from mutual surrender. The room becomes a construction site, where the walls vibrate with the energy of two people dedicated to building something that transcends everyday life. Each movement is a mixture of precision and passion, each touch is a mixture of control and delivery. In the architecture of pleasure, the balance between the physical and the emotional is as important as the balance of a structure that must sustain itself. But here, in this intimate space, there are no plans or pre-established rules. Each encounter is a new design, a new construction where bodies are rediscovered, where the boundaries between desire and fulfillment are blurred. And when the last nail has been placed, when the last breath has been released, what remains is the satisfaction of having built something together.꧂ 

El arte de la construcción siempre ha tenido algo de erótico, algo visceral que conecta los cimientos del mundo físico con los deseos más profundos. Imagina a un maestro constructor, con las manos fuertes y callosas, trabajando con precisión sobre una estructura que no es solo de ladrillo y mortero, sino también de carne y piel. Sus movimientos, firmes y seguros, trazan líneas invisibles en el aire, delineando no solo los contornos de una obra en proceso, sino también la manera en que, poco a poco, va construyendo una conexión íntima con su entorno. El erotismo de la construcción sexual no es solo un juego de palabras, sino una metáfora en la que cada acción tiene un propósito, cada toque es una herramienta que moldea, transforma y eleva. En la arquitectura del deseo, los cuerpos se vuelven los bloques fundamentales, donde las curvas y las líneas rectas convergen en un diseño perfecto. Las manos del constructor se deslizan suavemente por las superficies, explorando texturas, presionando con firmeza cuando es necesario y suavizando cuando el terreno lo pide. Al igual que un arquitecto que conoce la importancia de los detalles, cada toque, cada roce, está calculado para construir una experiencia que va más allá de lo físico, una experiencia que trasciende lo tangible y se adentra en lo emocional y lo sensorial. Los latidos del corazón se sincronizan con el ritmo de los golpes de martillo, y el sonido del metal contra el metal es un eco de la pasión que late en el fondo de cada encuentro. En este escenario, el cuerpo se convierte en una obra en construcción. Los gemidos, susurros y respiraciones profundas son como el sonido de los cimientos que se asientan, los primeros indicios de una estructura sólida que va tomando forma. El sudor en la piel es como el cemento que se endurece con el calor, sellando la unión de los cuerpos, haciendo que cada encuentro sea una obra maestra que perdura. Las herramientas del constructor —martillo, clavos, nivel— encuentran su paralelo en la manera en que los amantes utilizan sus propias herramientas, las manos, los labios, los susurros, para crear algo que no existía antes, algo que solo puede surgir de la entrega mutua. La habitación se convierte en un sitio de construcción, donde las paredes vibran con la energía de dos personas dedicadas a levantar algo que trasciende lo cotidiano. Cada movimiento es una mezcla de precisión y pasión, cada toque es una mezcla de control y entrega. En la arquitectura del placer, el balance entre lo físico y lo emocional es tan importante como el equilibrio de una estructura que debe sostenerse por sí sola. Pero aquí, en este espacio íntimo, no hay planos ni reglas preestablecidas. Cada encuentro es un nuevo diseño, una nueva construcción donde los cuerpos se redescubren, donde las fronteras entre el deseo y la realización se desdibujan. Y cuando el último clavo ha sido colocado, cuando el último suspiro ha sido liberado, lo que queda es la satisfacción de haber construido algo juntos.

One night, while the wind whispered between the curtains, Lust materialized in the darkness of the room, with a presence as tangible as the accelerated beat of the heart. It was not just a sensation, but a figure that moved gracefully among the shadows, wrapped in an intoxicating aroma and an energy that permeated every corner. Her skin seemed to shine with a soft glow, as if it were made of pure desire. It was impossible to ignore her, because where Lust walked, the bodies responded, the thoughts clouded and the control vanished. With a playful smile on his lips, he approached Noah who was lying on the bed with a calm that would soon be disturbed. I've seen you before, in your dreams, in every furtive thought you've had when you think no one is looking, Lust whispered, her voice silky, like a promise made flesh. There was no coldness in his touch, on the contrary, each caress of his fingers was a spark that lit invisible flames on Noah's skin who trembled in his presence, trapped between fear and excitement. Who are you? Noah asked, although in the deepest he knew the answer. Lust did not need to say its name, its essence was inscribed in every look of desire, in every forbidden thought that had ever crossed Noah's mind. It was the personification of longing, of the need for more, always more, regardless of the consequences. "I am what you have always wanted, what you have always tried to suppress," she replied, getting closer, so close that Noah's breath was choppy, unable to resist the magnetic attraction that emanated from her. Lust slid onto the bed, unhurriedly, as if she knew that time did not matter, that desire would always find its way. I am that thought that makes you bite your lips, that image that you can't get out of your head in the middle of the night. I'm in every whisper, in every moan you think you're hiding. And I have come for you, because you have always called me, even if you didn't know it. His voice was a soft echo that echoed in Noah's body, awakening every fiber, every muscle. Each movement of Lust was calculated to seduce, but it did it with the ease of the one who is desire in its purest form. There was no violence in his touch, but neither was softness; he was voracious, but elegant, a perfect balance between passion and possession. Noah, despite knowing what was at stake, could not turn away. Lust's lips brushed hers, and at that moment, it was as if the world vanished, leaving only that electric connection between both bodies. You belong to me, whispered Lust, not as a threat, but as a truth that both knew. There was no escape, not from her. Because Lust could not be denied or forgotten. It remained in the soul, in the skin, in every corner of the body. And although Noah knew that the price would be high, at that moment, nothing mattered except the pleasure that Lust brought with it.

Una noche, mientras el viento susurraba entre las cortinas, Lujuria se materializó en la oscuridad de la habitación, con una presencia tan tangible como el latido acelerado del corazón. No era solo una sensación, sino una figura que se movía con gracia entre las sombras, envuelta en un aroma embriagador y una energía que impregnaba cada rincón. Su piel parecía brillar con un resplandor suave, como si estuviera hecha de deseo puro. Era imposible ignorarla, porque allí donde Lujuria caminaba, los cuerpos respondían, los pensamientos se nublaban y el control se desvanecía. Con una sonrisa juguetona en los labios, se acercó a Noah quien yacía en la cama con una calma que pronto sería perturbada. Te he visto antes, en tus sueños, en cada pensamiento furtivo que has tenido cuando crees que nadie está mirando, susurró Lujuria, su voz sedosa, como una promesa hecha carne. No había frialdad en su toque, al contrario, cada caricia de sus dedos era una chispa que encendía llamas invisibles sobre la piel de Noah quien temblaba ante su presencia, atrapado entre el miedo y la excitación. ¿Quién eres? preguntó Noah, aunque en lo más profundo sabía la respuesta. Lujuria no necesitaba decir su nombre, su esencia estaba inscrita en cada mirada de deseo, en cada pensamiento prohibido que alguna vez había cruzado la mente de Noah. Era la personificación del anhelo, de la necesidad de más, siempre más, sin importar las consecuencias. "Soy lo que siempre has querido, lo que siempre has intentado reprimir", respondió, acercándose más, tan cerca que el aliento de Noah se entrecortó, incapaz de resistirse a la atracción magnética que emanaba de ella. Lujuria se deslizó sobre la cama, sin prisa, como si supiera que el tiempo no importaba, que el deseo siempre encontraría su camino. Soy ese pensamiento que te hace morder los labios, esa imagen que no puedes quitarte de la cabeza en medio de la noche. Estoy en cada susurro, en cada gemido que crees ocultar. Y he venido por ti, porque siempre me has llamado, aunque no lo supieras. Su voz era un eco suave que resonaba en el cuerpo de Noah, despertando cada fibra, cada músculo. Cada movimiento de Lujuria estaba calculado para seducir, pero lo hacía con la facilidad de quien es el deseo en su forma más pura. No había violencia en su tacto, pero tampoco suavidad; era voraz, pero elegante, un equilibrio perfecto entre la pasión y la posesión. Noah, a pesar de saber lo que estaba en juego, no podía apartarse. Los labios de Lujuria rozaron los suyos, y en ese instante, fue como si el mundo se desvaneciera, dejando solo esa conexión eléctrica entre ambos cuerpos. Me perteneces, susurró Lujuria, no como una amenaza, sino como una verdad que ambos sabían. No había escapatoria, no de ella. Porque Lujuria no se podía negar ni olvidar. Se quedaba en el alma, en la piel, en cada rincón del cuerpo. Y aunque Noah sabía que el precio sería alto, en ese momento, nada importaba excepto el placer que Lujuria traía consigo.

Then the Prince of the Underworld witnessed the tragic event, a beautiful young woman who would be married in a few minutes, was left at the altar, facing despair and sadness that did not measure her pace, causing a terrible accident that ended her life. When the prince saw what happened, he was moved and overwhelmed by the beauty of this young woman, he welcomed her into his arms to ultimately make her his wife and the new queen of the Underworld.

Entonces el Príncipe del Inframundo fue testigo del trágico suceso, una hermosa joven que sería desposada en unos minutos, fue dejada en el altar, frente al desespero y la tristeza no midió su andar provocando un terrible accidente que terminó con su vida. El principe al ver lo sucedió se conmovió y segado por la belleza de esta joven, la acogió entre sus brazos para al final convertirla en su esposa y en la nueva reina del Inframundo.

🅽🅾🅰🅷  🅰🅽🅳  🆁🅾🆂🅴