I have come here to know other people completely, last year I decided that I wanted to change many things into my life, since my couple’s broke up, up to my studies. I love the cultures diversity, knowing and allow me to know. If you are here, meeting, observing every movement that I do, even falling in love perhaps, do not forget to say what you feel and what you want to see in my show. I like they enjoy on having seen me.
Contenido Multimedia.
Ya no tienes suficientes créditos en tu cuenta
Usted dispone de : 0,00 US$
MarieMoore aún no ha completado su horario de presencia en línea
MarieMoore no está en línea desde hace un cierto tiempo y no podemos proponer un planning de presencia fiable.
💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖
Tras nuestra primera experiencia en Telegram estuvimos un par de semanas más entrando a la aplicación cuando nos calentábamos. Sin embargo no tuvimos la misma suerte que la primera vez, habíamos hablado con al menos 20 personas y la gran mayoría de ellos eran gente rara. Un alto porcentaje de ellos eran hombres de 45-55 años con ciertas tendencias a decir burradas, se notaba que no solían interactuar con otras personas. No nos extrañaba para nada esta situación, pero si que nos estaba desilusionando un poco. No todo fue malo, nos encontramos con una pareja de nuestra edad que eran de Málaga. Estuvimos morboseándonos 1 hora y al acabar también nos dimos los contactos. Pero a decir verdad nos habiamos acostumbrado muy rápido a lo bueno y lo que podía ofrecer Telegram no estaba ni cerca, ver a pajeros y a desesperados no suele excitar a nadie. Seguimos intentándolo unos días más, el siguiente sábado salimos con nuestros amigos y llegamos tarde. Ambos dos habíamos bebido bastante y estábamos muy perjudicados, eso no nos quitaba el calentón que teníamos encima. Fuimos a la cama directamente y mientras nos acariciábamos Ángela empezó a escribir por el grupo de Telegram. Bastante caliente empecé a bajar hacia su pubis para hacer travesuras, sin embargo su mano suavemente me paró y me dijo: -Vamos a esperar a que nos responda alguien, ¿no? -Pero, mientras esperamos... le supliqué un poco. -No sé, es que me apetece mucho que me vean hoy. -Ángela, ni siquiera sabes si va a responder nadie. Además, las últimas veces no es que haya sido para tanto. Hemos visto a 5 tíos correrse mientras decían guarradas y a la otra gran mayoría les hemos bloqueado por las burradas que decían. Solo hemos coincidido con 2 parejas. -Ya bueno... Pero a mí me pone ver como otro tío se conforma tocándose pensando en follarme mientras me está viendo. Para acabar corriendose en su mano, encima suya o sobre el suelo...sin poder alcanzarme. -Te entiendo pero a mí me gustaría ahora, no dentro de los minutos que sean. Empecé a darle besos y lametones por todo el cuerpo, le acaricié el pelo mientras le decía lo preciosa al oído. Sin embargo a los pocos minutos me dijo que no le apetecía mucho así, por lo que paré. Yo estaba bastante cachondo pero a ella se le había pasado así que decidí respetarla. No entendía si era por algo que hubiera dicho yo o si era por la falta de espectadores, la verdad que la duda me tenía en ascuas pero no me atrevía a preguntarle. De repente Ángela me dijo con voz miedosa: -Es que... Me pone mucho más cuando nos miran mi amor. Que nos digan burradas o lo que sea me da igual, es el hecho de que otra persona nos desee de una manera tan lasciva. -No se que decirte... Le respondí algo confuso. No pensaba que le habría dado tan fuerte. ¿Qué pasaría si ahora era yo el que le aburría a ella? me preguntaba dudidativo. Tras unos minutos abrazándonos en silencio tuve una idea. Quizá no era la mejor del mundo, pero desde luego que la iba a sorprender y además creo que saldríamos ganando los 2.
Estuve unos minutos más pensando si se enfadaría o le pondría pero como no sacaba nada en claro decidí lanzarme a la piscina. -Y... ¿Qué te parecería que nos vieran de verdad? le pregunté con cierto miedo. -¿Cómo? -Si, podemos ir a algún sitio por el que sepamos que pasa poca gente y hacerlo ahí. Por un lado el morbo de que nos pillen y vean será contínuo, y por el otro seguramente acabará alguien pillandonos y quedandosé a mirar. Si nos gusta pues le podemos decir que se quede ahí mientras jugamos. Ángela se quedó en silencio mirándome. Estaba bastante perjudicada y se tambaleaba un poco, quizá no era el mejor momento para discutir esto pero yo tampoco estaba lúcido del todo. Tras unos segundos que se me hicieron eternos procedió a seguir. -¿Y no será peligroso? -¿Por qué iba a serlo? Somos 2 y tu además estás bastante fuerte le dije con gracia. -Pues porque hay mucho loco suelto. -Bueno, no habría que pensar en eso. Vivimos en una ciudad muy segura y además tampoco estoy proponiendo que nos metamos en la jungla. Son sitios normales en los que habrá gente normal, lo único raro sería la hora. Además si te quedas más segura podemos meter una palanca o algo en el coche. -No me veo usando una palanca Héctor, pero aún así creo que tienes razón. Pero vamos a hacer una cosa, vamos a dormir y mañana sobrios discutimos todo esto. -Bueno... Expresé mientras pensaba en el calentón que teníamos hace unos minutos. Tras esto nos besamos y fuimos a dormir. Ángela no tardó en dormirse sobre mi pecho, sin embargo a mí no me llegaba el sueño. Habían pasado ya varias horas cuando empecé a notar que me pesaban los párpados. Al día siguiente cuando me desperté estaba solo en la cama, era domingo y bastante pronto por la mañana. Ya no tenía nada de sueño por lo que me levanté de la cama. Cuando llegué al salón ví que Ángela estaba sentada en la mesa con el ordenador mientras desayunaba. -Buenos días bonita. -Buenos días madrugador, ¿sabes lo que he estado haciendo? Me dijo con una sonrisa. -Pues no, sorpréndeme. -He pensado mucho en eso que me dijiste ayer... Y he estado buscando sitios donde podría estar guay. También he googleado sitios de dogging por aquí cerca. -Oye, pero el dogging es compartir ¿no? Le expresé con dudas. -También hay mucho miron, no te preocupes. Además vamos a llevar un palo por si acaso y no nos vamos a alejar del coche en ningún momento. También vamos a tener el GPS de los móviles activado. -Bueno bueno, veo que te has estado informando. -Pues ¿qué te parecería aprovechar que es domingo y que nos vayamos al pinar de aquí al lado esta noche? He leído que es un sitio típico para hacer cositas... Además está solo a 20 min en coche. -¿Y cómo es que tienes tantas ganas? Le pregunte con sorna. -Pues porque tengo muchas muchas ganas de que nos vean disfrutar... Me respondió de manera muy sexy mientras jugaba con sus labios y su lengua. Tras decir esto dió un paso adelante y agarró mi paquete, empezó a sobarlo con una mano mientras con la otra me abrazaba para que nos besásemos. Poco a poco empezó a pasar un dedo por dentro de la goma de mi calzoncillo léntamente a la vez que lo iba introduciendo dentro del mismo. Cuando empezó a rozármela con la yema de sus dedos procedió a sacármela, aún no estaba dura del todo pero se notaba que estaba bastante morcillona. Lo siguiente que hizo muy empezar a hacerme un paja pero como estaba algo seca escupió en mi polla y después lo extendía por todo el largo de la misma. Notaba como se me iba poniendo más dura a la vez que la venas estaban empezando a marcarse, se veía como palpitaban con cada latido de mi corazón. Ya se me había puesto dura del todo cuando Ángela paró sin motivo alguno. -Oye, ¿no me irás a dejar así? Le dije mientras notaba el calentón que tenía. -Claro que te voy a dejar así... Por lo menos hasta la noche que es cuando empezará la gente a ir al pinar. Me respondió en tono de burla. No podía creermelo, eran las 9 de la mañana y tenía que esperar como poco medio día para poder quitarme la calentura que llevaba encima. Además Ángela no paró ahí, por el resto del día fué totalmente desnuda por la casa.
Nosotros vivíamos en un 2º piso del centro por lo que había muchos vecinos en el edificio de enfrente que podrían estar viéndola, sin embargo a ella le dió igual. Le importó tan poco que se puso a limpiar los cristales para joderme aún más. Tuve que soportar como mi pervertida y preciosa novia estaba de frente a los cristales del salón, enseñando sus diminutas tetas y su precioso cuerpo a todos los vecinos de los edificios de enfrente. Además desde mi lado veía como se contorneaba su cuerpo y como se movían su culo y sus piernas a la vez que se agachaba para limpiar toda la cristalera. A veces veía como su agujeros se abrían cuando se inclinaba hacía el suelo. No podía más pero no había solución, Ángela no se despegó de mí en ningún momento para que no me masturbase y además cada pocos minutos su presencia me recordaba lo cachonda que le ponía. Tras un día que para mí se hizo infinito empezó a anochecer. Yo ya llevaba vestido un rato, me había puesto unos vaqueros, una camiseta negra y una cazadora verde. Sin embargo no esperaba como iba a vestirse Ángela. Se había puesto un sujetador de encaje prácticamente transparente sin nada más encima, una falda negra bastante corta y pegada, por último se había puesto unos calcetines blancos que le subían hasta las rodillas y que terminaban en unas Vans negras. También se había maquillado los ojos y se había puesto pintalabios, estaba increíblemente sexy. Tras notar como se me desencajaba la mandíbula al verla le dí su bolso y chaqueta para que empezásemos a ir al coche. De camino al pinar yo no podía dejar de mirarla por el retrovisor, cuando podía le ponía la mano en la pequeña porción de muslo que había entre la falda y sus calcetines de "majorette". Ella se aprovechaba de la situación y apartaba el abrigo que la había dado para enseñarme su pecoso escote, con la otra mano iba subiendose la falda. Cuando miré de reojo ví que prácticamente ya se estaba tocando y que no llevaba nada debajo de la falda. Esto me puso aún más e intenté subir mi mano por su muslo, sin embargo ella me paraba y la dejaba descansar encima de la palanca de cambios. Estaba increíblemente excitado y Ángela se daba cuenta, me desabrochó el pantalon y bajó la cremallera. El bulto de mi calzoncillo era evidente, entonces mi chica con una sonrisa pícara me preguntó: -¿No está muy apretada ahí dentro? -La verdad que me molesta un poco... -Claro bonito, se nota que está demasiado ajustada. ¿Crees que podría ayudarte? ¿Si bajase tu ropa interior te sentirías más cómodo? -Creo que sí. Estaría mucho más a gusto y además podrías ver como se ha puesto mi polla, seguro que está hinchada y con las venas a flor de piel. -Mmm, a ver... Dijo ya con el tono de puta que estaba empezando a coger cuando se excitaba. Ángela me bajo los calzoncillos y como si hubiera un resorte noté como mi miembro se ponía rígido, ahora fluía la sangre libremente y notaba como se iba endureciendo más. Ella se sorprendío al ver como estaba totalmente tiesa sin apoyarse en ningún sitio, y sin mediar palabra se arrodilló en su asiento y se inclinó sobre mí. Puso los labios sobre mi polla y empecé a notar como poco a poco se iban abriendo para dejarla entrar, cuando ya estaba llegando al tronco subió y dejo caer una gran cantidad de saliva que había estado generando con estos preámbulos. Entonces empezó a subir a bajar su cabeza dejando entrar el miembro bien a dentro, estaba tan dura que no necesitaba las manos. Notaba como sus labios empezaban rozando mi glande levemente para acabar sintiendo su lengua por mi tronco intentando alcanzar mi testículos. Estuvo al menos 5 minutos comiéndomela, gemía y tragaba sin parar y cuando paraba a tomar aire dejaba caer toda la saliva que había ido acumulándose en su boca. Yo notaba como mi calzoncillo estaba empezando a empaparse con todo aquello pero me daba igual, llevaba todo el día caliente y apenas me podía controlar. Le dije que estaba a punto de correrme, y entonces otra vez paró y me dijo que aún era pronto y que después me recompensaría. Yo ya no podía más, por suerte acababamos de llegar y me entretuve buscando la salida y un buen sitio donde ponernos. Estuvimos 10 minutos sopesando donde ibamos a aparcar, ya que había sitios muy oscuros donde apenas se vería nada y otros que estaban demasiado cerca de la carretera. Al final encontramos un sitio espectacular, estaba cerca de unas farolas pero la frondosidad del pinar dejaba pasar solo algo de luz provocando una iluminación tenue que era ideal.
Estaba lejos de la carretera pero había un camino de tierra cerca y además había hueco para algún coche más. Así que aparcamos ahí y nos preparamos, Ángela se quitó la chaqueta y junto con el bolso lo metió en el maletero. Sacó el palo y lo puso en los asientos traseros, yo por otro lado encendí la luz de dentro para que nos viesen de lejos y me puse a esperar. Cuando ya habíamos preparado todo, mi chica se lió un porro y cuando empezó a fumar pude ver cómo ya estaba empezando a estar en su salsa. Cuando ya había dado unas caladas empezó a decir: -Me encanta verte así, totalmente cachondo esperando por mí. -A mí me pone muchísimo lo perra que te pone todo esto. -Y... ¿Qué esperas que pase hoy? Me dijo lascivamente. -Lo único que quiero es que estés tan cachonda como la primera vez que chateamos en Telegram. Espero encontrarnos con una pareja, y que mientras nos miran tú te corras mil veces a la vez que gimes como una puta. Tras esto me arrodillé delante de ella, en el hueco de su asiento. Le saqué una pierna por la ventanilla, que la habíamos abierto para que se escuchase bien, y la otra se la hice apoyar sobre el salpicadero. Ahí podía ver sus labios, habían empezado a hincharse y algo de fluído empezaba a salir de ellos con timidez. Comencé a pasar mi lengua poco a poco por encima de ellos para ir humedeciéndolo todo, poco a poco me empezaba a acercar a de su clítorix y ella al notarlo se iba poniendo más cachonda. Cuando mi lengua llegó a donde quería sus piernas empezaron a temblan ligeramente. Seguí así pero muy lentamente, alargando su dulce agonía lo más posible y de vez en cuando levantando la cabeza para verla disfrutar. Ángela se mordía los labios entre calada y calada a la vez que con una mano se apretaba los pezones, ya se marcaban mucho en el traslúcido sujetador que se había puesto y eso me ponía aún más. Estuve devorándola por lo menos 10 minutos, entonces escuchamos que un coche aparcaba al lado del nuestro. Me levanté y me volví a colocar en mi asiento. Pude ver que en el otro vehículo había un chico, diría que más joven que mi novia. Tenía el pelo negro y con un pequeño tupé, también se podía ver que tenía una barba muy arreglada. Mientras analizaba la situación mi chica comentó: -Mmm, parece bastante mono, ¿no crees? -Bueno, prefería una pareja. Pero la verdad ahora mismo si a tí te mola a mí también. -Tan cachondo estás...Me dijo mirándome a los ojos, se notaba que ya estaba empezando a estar fumada. Sin darme tiempo a responder se arrodilló en su asiento y volvió a comerme la polla, solo que esta vez también usaba las manos. Mientras lo hacía comenzó a gemir y a chuparmela haciendo algo de ruido, esperando que ese chico nos escuchara y reaccionara de alguna manera. Pero tras unos minutos de mamada parecía que no nos hacía ningún caso. Ángela paróa fumar, me miró y preguntó: -¿Nos está mirando? -Que va, aún no. Algo molesta volvió a metersela en la boca, pero esta vez empezo a subir su precioso culo hasta la altura de la ventanilla, la cual estaba abierta. Entonces mientras me la comía empezó a hacer mucho más ruido que antes entre sus gemidos y sus atragantamientos. Mientras flipaba y disfutaba de lo cerda que estaba resultando ser mi novía levanté los ojos y pude ver como ese chico nos estaba mirando. Se veía que estaba sorprendido por el recital. Entonces le susurre a mi chica: -Ya nos esta mirando. -¿Y qué cara pone? -Diría que se esta poniendo cachondo. -Mmm, ¿qué te parece si subes mi falda hasta que vea mis nalgas asomar por la ventanilla? La sensación que tuve en ese momento fue increible, mi novia me estaba pidiendo que enseñara su culo a un desconocido. Estaba cachondísimo y no pude hacer otra cosa más que atender a sus demandas. Mientras la cabeza de Ángela subía y bajaba deleitándose con mi duro miembro en su boca, miré al chico y le hice un gesto para que se fijase bien. Entonces poco a poco fuí subiendo la falda hasta que empezaron a asomar sus nalgas. El pobre chaval no podía apartar la mirada así que seguí subiendo hasta que todo el culo de mi novia estaba al aire, una vez hecho esto le dí dos buenos azotes en el culo. Mi chica gimió de placer con cada uno, así que le dí otros dos en la otra nalga. A continuación empece a agitar su culito con una mano en cada cachete para que pudiera apreciar lo perfectamente redondo, esponjoso y trabajado que estaba. Ahí estaba yo, agitando el culo de mi novia para un chaval que no tenía pinta de llegar a los 25. Pero joder me estaba encantando, y más me encantó cuando abrió la puerta de su coche y preguntó en voz alta si podía acercarse. Nos miramos entre los dos y nos asentimos rápidamente, por lo que le dijimos que se acercase pero que no queríamos que nos tocase. Él asintió y se acercó poco a poco, era bastante más alto que yo y desde luego que no llegaba a los 25 años. Mi chica, que se había girado un poco para verle mejor, le preguntó: -¿Te gusta mi culo? -Claro. Respondió el chico rápidamente. -¿Y eres un pervertido que viene mucho por aquí a mirar culitos? ¿O estás esperando a alguien? -La verdad que he discutido con mis padres y he venido aquí para estar solo, no sabía que a este pinar se viniese a nada. -Pero por lo que hemos visto, no le haces asco a seguir mirando. -La verdad que se me ha puesto dura escuchando lo que le hacías y viendo como me enseñaba tu culo. Supuse que si estabais haciendo eso me dejaríais acercarme. -Bueno, pero ya sabes nada de tocarnos por favor. -Claro claro, no quiero malos rollos. Ángela tras escuchar esto abrió la puerta de su lado para que el chico pudiera ver mejor. Después se volvió a arrodillar de espaldas al chico, se inclinó hacía mí y desde el asiento procedió a abirse las nalgas con las manos para que ese desconocido pudiera disfrutar de la vista de sus agujeros bien abiertos. Lo que estaba haciendo me encantaba; no sabía cuando había cambiado tanto, pero mi chica ahora se comportaba como si llevara toda la vida haciendo esto. Cuando se cansó de enseñarle el culo se giró y le pidió con un tono muy lascivo que le enseñara la polla. El chico accedió y se la saco, era más menos como la mía aunque más delgada. Aún no la tenía dura del todo pero en sus ojos se notaba que estaba muy cachondo y seguro que que cuando mi chica le dijera algo más se iba a poner tiesa del todo. Ella no tardó en pedirle que se hiciera una paja lentamente, mientras él empezaba mi chica se giro 180º para verle de frente. Abrió sus nalgas y me pidió que la follase suavemente. Yo procedí a metersela poco a poco en su húmedo y tierno coñito, jugando con sus caderas y apretándole los pezones de vez en cuando. Se lo estaba haciendo lentament, cuando hacía eso y la tenía bien dura Ángela no podía resistirse. Así que empezaron otra vez los tembleques, suspiros, contracciones y gemidos. Conforme iba excitándose iba bajando la cabeza y eso no podía ser, así que agarre su pelo con una mano y tiré hacía mí para que viera como ese chaval se estaba haciendo una buena paja gracias a nosotros.
A Ángela esto le encantó ya que empezó a gemir más fuerte, conforme la follaba empezó a pedirle distintas cosas nuestro invitado. Primero que acelerase a mientras que con la otra manos se masajease los huevos, después le pedía que parase y dejara de tocársela. La verdad que desde que había empezado su polla había crecido un poco y ya no parecía del mismo tamaño que la mía. Se veía que era más delgada pero varios centrímetros más larga, mi chica no dejaba de mirarla y de vez en cuando me repetía lo grande que se veía. Sin embargo a mí me daba igual, yo era el que se la estaba follando mientras la agarraba del pelo. A continuación agarré del cuello con una mano hasta que notaba como su respiración empezaba a ser mas forzada, entonces tiré de ella hacía mí para que el chico pudiese ver el precioso sujetador de encaje de mi novia. Durante este último movimiento se cayó al suelo el porro de Ángela. Ella le pidió a nuestro invitado que se lo pusiera por favor otra vez en el boca; Él tímidamente se acercó y recogió del suelo, como se había apagado lo encendió y entonces lo puso de vuelta en los labios de mi chica. La verdad que todo esto me puso a cien y no tuve ninguna mala sensación al verle interactuar un poco con mi novia. Tras unos instantes increibles, decidí que bajasemos del coche. El desconocido seguía relativamente cerca aunque había dado ya un par de pasos alejándose del coche, en todo este rato nos había hecho caso y se veía una persona bastante razonable. Acomodé a Ángela inclinándola sobre el capó y siguí follandola, solo que ahora nuestro amigo podía verlo todo más de cerca. Él se movía a nuestro alrededor mientras seguía masturbándose y mirándonos ojiplático. Mi chica estaba con la falda subida y el sujetador apartado, gimiendo como una perra mientras la trabajaba por detrás y otro miraba. Al rato me cansé del esfuerzo físico e hice que Ángela se arrodillarse delante mía. Primero agarré mí rabo, que estaba lleno de sus fluidos, y empecé a restregarlo por toda su cara hasta correrle parte del maquillaje. Entonces la hice que se metiera mis huevos dentro de la boca, mientras jugaba con ellos yo empecé a dejar caer mi polla contra su cara y a dar golpecitos en ella. De vez en cuando se la introducía de nuevo para que volviera a estar cubierta de su saliva y así poder seguir ensuciándola. Ángela estaba hiperventilando de lo mucho que le estaba gustando todo esto. Notaba que se estaba acalorando así que le quité el sujetador y la falda, dejando su cuerpo desnudo pero con esos calcetines tan altos y sexys aún puestos. El chaval seguía a unos metros de nosotros, se notaba que estaba siendo una de las mejores noches de su vida. No podía dejar de mirar a la vez que se masturbaba; de vez en cuando paraba, supongo que hacía eso para no correrse y poder alargar la situación todo lo posible. Pero la verdad que ver como ese desconocido se deleitaba viendo como me follaba a mi chica cada vez me estaba gustando más. Ángela, ahora desnuda, seguía chupando y recibiendo golpecitos en la cara con mi polla. Lo estaba haciendo tan bien que creí que se merecía otro poco de guerra, por lo que apoyé su espalda sobre el capó y me puse sus piernas en los hombros. Cuando ya la tenía dentro decidí agarrarle de los tobillos, poco a poco fuí haciendo fuerza hasta que sus pies prácticamente estaban a ambos lados de su cabeza. En esa postura me acomodé, escupí en su abierto orificio y comencé a introducirla con potencia. No rápido y descontroladamente, sino con impulsos precisos y potentes. Quería notar como la punta de mi miembro llegaba hasta el rincón más profundo de su vagina y que prácticamente golpease contra la entrada al útero, la cérvix. Ángela estaba disfrutando como nunca, con la segunda embestida ya estaba poniendo los ojos en blanco del placer. A los pocas repeticiones ya estaba como aquel día, chorreando como una cascada cada vez que mi venoso miembro percutía dentro de ella. De repente empecé a escuchar a nuestro invitado, llevaba mucho rato en silencio o yo sin hacerle caso. Estaba jadeando y cuando me fijé ví que no se estaba masturbando, parecía que acababa de parar y que le estaba intentando con todas sus fuerzas el no correrse. Como había bajado el ritmo Ángela recobró un poco la consciencia, miró al chico y le dijo entre jadeos: -Que pasa guapetón, ¿ya te vas a correr? -No puedo aguantarme más, dijo el desconocido con resignación. -Bien. Entonces quiero que mientras te miro mi chico vuelva a follarme, y que tú te masturbes sin contenerte. De la manera que más te guste para que sientas algo del placer que estoy sintiendo yo. Ángela se puso de pie frente al chico y delante mía. Comenzó a inclinarse apoyando su culito contra mi cintura hasta que mi miembro pudo entrar, una vez dentro apoyó sus brazos en su espalda y me pidió que se los sujetase así que eso hice. Con una mano le sostenía ambas muñecas mientras que con la otra la agarraba del cuello y de vez en cuando le metía un dedo en la boca. Nuestro invitado estaba enfrente nuestra, masturbándose rápidamente con una mano mientras que con la otra se sujetaba la camiseta dejando a la vista unos abdominales algo marcados. A los pocos segundos mi chica ya estaba gimiendo como antes, le temblaban las piernas y seguro que ese chico podía ver como le daban vueltas los ojos del placer que estaba sintiendo. El desconocido apenas duró 30 segundos más ante la imagen que tenía delante, de repente se convulsionó un poco y ahí empezó. Primero salío un chorro que fácilmente saltaría casi un metro hacía delante, fué increible. Pero ahí no acabó y tras ese primer misil vineron otros 3, en total echó 4 buenos borbotones de una corrida tan espesa y blanca que se podía ver desde donde nosotros estábamos. Tras esto continuó frotandose la punta de su polla aunque con mucha más calma.
Con cada movimiento salía un poco más de su corrida y la verdad que jamás pensé que le hubieramos excitado tanto. Ángela que seguía como una ramera corriendose prácticamente de continuo mientras yo seguía follandole, entre gemidos consiguió pedirme que se lo echara todo en la boca. Yo ya no podía más así que accedí. -Quiero que me llenes la cara con tu corrida mi amor, quiero ver si eres capaz de echar tanto como ese chico. Me pidió Ángela mientras se ponía de rodillas delante mía. Empecé a hacerme una paja mientras mi chica sacaba lengua y me rogaba que lo echase todo. De repente con ambas manos empezó a apretarse los pezones y me pidió que tampoco me olvidase de llenarlos de leche. Pero lo que me hizo no poder aguantar más fue cuando Ángela se abrió la boca todo lo que podía usando sus manos, solo una buena puta haría eso. Entonces me corrí, la verdad que no salió a presión como la del chico pero si que eché mucha. Mi leche cayó primero en su frente y nariz, era bastante blanca e iba escurriendose hacía abajo hasta llegar a la boca. Despues mientras me masajeaba solo la punta seguió saliendo poco a poco, pero sin parar. Gran parte entró en su boca, mientras que el resto resbalaba por sus pómulos y su mentón hasta caer por su pecoso pecho o en sus rodillas. La imagen era perfecta y no quería parar ahí asi que volví a masturbarme rápidamente. Seguía teniendo palpitaciones que provocaban que siguiera saliendo semen de mi polla, la cara de Ángela estaba echa un cuadro pero con cada contracción algo más caía sobre ella. Ya estaba abriéndose la boca sino que recogía toda la corrida que podía con las manos y la llevaba a la boca, también usaba la que habia caído entre sus piernas para humedecer su clítorix y seguir tocándose mientras me miraba a los ojos con mirada pícara y su cara cubierta totalmente. Ya no la tenía tan dura pero seguía estando bastante gorda y además estaba muy cachondo por lo hice que Ángela apoyara las manos en el suelo y se la volví a meter. Podía notar como aún seguía escurriendo las últimas gotas dentro de ella y estas actuaban como lubricante, así que volví a follarla. Nuestro invitado se movío para poder ver la cara de mi puta otra vez de frente, cuando se colocó ví que aún la tenía morcillona pero ya no se tocaba. No se porque pero no podía dejar de mirar ese miembro mientras la follaba, sin darme cuenta noté como volvía a correrme. No dejaba de mirar su polla a la vez que empotraba el coño de mi novia con todas mis ganas, Ángela gémia y se contorsionaba del placer mientras yo no podía apartar la mirada. y entonces, mirándo esa polla fíjamente, me volví a correr. Esta vez lo eché todo dentro del coñito de mi novia a la vez que temblaba, mientras ella notaba como salía todo me decía lo mucho que había vuelto a correrme. Tras unos segundos bien húmedos, notando como mi polla iba perdiendo su rigidez dentro de ella, se la saqué y empecé a golpear sus nalgas con mi rabo para acabar de limpiarlo. Ángela se incorporó, se apoyó en el coche y nos pidió que mirásemos. Mientras hacía botar su culo para nosotros, comenzó a apartar sus nalgas con las manos. Entonces pudimos ver como mi corrida iba goteando léntamente por sus piernas. Hizo algo de fuerza y un buen grumo de semen se desprendió llegando al suelo y dejando un hilo blanquecino que conectaba directamente con sus labios. Estuvo varios minutos empujando para conseguir sacar toda mi corrida, notaba que eso era una de las cosas que más cachonda le ponían. Tras uno de los últimos intentos, se le salió un corto chorro de pis. Ángela empezó a reirse y nos dijo que hasta aquí. Una vez acabado el show los 3 procedimos a adecentarnos un poco. -Chicos, esto ha sido increible. Jamás pensé que hoy me fuera a pasar algo así. Nos dijo nuestro invitado bastante emocionado. -Jajaja. Ya vimos que te ha gustado. Le dije. -Y... ¿podría veros otra vez? ¿Tenéis Onlyfans o alguna red? -La verdad que no tenemos nada de eso. Pero si no dejases tu móvil, algún día podemos hablar. Por cierto, mi nombre es Ángela y el suyo es Héctor. -El mio David, encantado. Entonces tras una breve charla nos intercambiamos los teléfonos y nos metimos en nuestros respectivos coches. Camino a casa no podíamos dejar de hablar de la experciencia, de lo mucho que nos había gustado y de las ganas que teníamos de repetir. Tras unos minutos de conversación sobre nuestro futuro llegamos a casa y nos duchamos, después empezamos a pensar en nuestros próximos encuentros.
FIN
💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖
💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖
Regístrate para aprovechar el token VIP.
Estos tokens VIP te permiten ver los contenidos VIP (vídeos o fotos) del modelo que elijas. Accede a la página de perfil de un modelo para ver su contenido multimedia o descubrir nuevos contenidos VIP en las secciones "fotos" o "vídeos".
Al registrarte, en cuanto valides tu dirección de correo electrónico, te ofreceremos un vídeo VIP.
También puede conseguir vídeos VIP gratuitos si eliges la forma de pago "BEST VALUE".