KimMillersX

Bienvenido a mi mundo!!

¡Hola! Soy KimMillers, y déjame llevarte a un paseo por mi universo. Con 30 años de edad, me encuentro en ese punto de la vida donde la experiencia se mezcla con la pasión por descubrir más. Soy una mujer delgada con una melena pelinegra que cae en cascada sobre mis hombros. La tinta adorna mi piel en forma de tatuajes que cuentan historias, cada uno con su propio significado y esencia. Mis ojos, profundos y oscuros, reflejan la intensidad de mis pensamientos y emociones.

"MIS RELATOS EROTICOS"

Desde que era una niña, siempre había sentido fascinación por la magia de Halloween. La noche en la que los velos entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvían más finos, desataba en mí una curiosidad que iba más allá de los disfraces y los dulces. Ahora, en mi madurez, esa curiosidad se había transformado en una búsqueda de experiencias que solo podía encontrar en las noches de brujas. La casa en la que vivía desde hacía años tenía un rincón secreto, una especie de desván lleno de objetos misteriosos que habían pertenecido a las generaciones anteriores de mi familia. Mi abuela, una conocida curandera y practicante de la magia, había dejado allí una colección de libros y artefactos que prometían revelar los secretos más oscuros de Halloween. Una noche, con la luna llena en su punto más alto, decidí aventurarme en aquel rincón olvidado. El olor a incienso y a libros antiguos llenó mis sentidos mientras examinaba los tomos polvorientos. Entre las páginas de un libro de hechizos, encontré una receta que llamó mi atención. Era un hechizo de pasión, un encantamiento diseñado para desatar los deseos más profundos de aquellos que lo conjuraran en la noche de Halloween. Mis manos temblaron de emoción al pensar en la posibilidad de hacerlo realidad. Siguiendo las instrucciones, reuní los ingredientes necesarios: velas negras, incienso de sándalo y una pizca de canela. Me vestí con una túnica roja, un guiño a la sangre y la pasión. En el centro del desván, tracé un círculo con tiza blanca y encendí las velas negras alrededor. El incienso llenó el aire con su aroma sensual mientras recitaba las palabras del hechizo en voz baja, sintiendo la energía mágica cobrar vida. Fue entonces cuando ocurrió. Una figura oscura y enigmática apareció en el centro del círculo. Un hombre de apariencia misteriosa y mirada penetrante se materializó ante mí. El hechizo de pasión había funcionado, y mi corazón latía con una emoción mezclada de deseo y asombro. El misterioso desconocido se acercó a mí con pasos seguros, y sus manos encontraron mi piel con suavidad pero con una intensidad que me hizo temblar. Sus labios se posaron en los míos en un beso ardiente que parecía fundirnos en un solo ser. No hacía falta hablar; nuestros cuerpos se comunicaban en un lenguaje ancestral de pasión y anhelo. Me dejé llevar por la magia de la noche, mis manos explorando su cuerpo mientras sus labios recorrían mi piel con devoción. La túnica roja se deslizó por mis hombros, revelando mi piel pálida a la luz de las velas. Sus caricias eran como fuego en mi piel, y sus susurros de deseo eran música para mis oídos. El deseo crecía con cada caricia, con cada beso, hasta que nos perdimos en un abrazo ardiente en el suelo del desván. La noche de Halloween se desplegó como un escenario perfecto para nuestros sueños más íntimos, y el hechizo de pasión nos envolvió en un abrazo mágico que nos hacía olvidar el mundo exterior. No sé cuánto tiempo pasó en ese rincón secreto de la casa, pero cuando finalmente nos separamos, la luna llena seguía en lo alto del cielo, y los ecos de nuestra pasión resonaban en el aire. Mi misterioso amante se desvaneció en la oscuridad, pero la magia de esa noche quedó grabada en mi piel y en mi memoria. El sueño erótico que se había convertido en realidad en esa noche de Halloween no solo me había dejado un recuerdo ardiente, sino que también había desatado una nueva pasión en mí, una sed de experiencias mágicas y sensuales que no podía ignorar.

Me considero una mujer caliente y llena de morbosidad. Debo esconder esos pensamientos ya que tengo una linda familia. Pero cuando me encuentro sola. quisiera tener sexo con varios. Quisiera tener una sumisa a quien podría hacerle todo lo que yo quisiera. Pero a la vez quisiera ser la sumisa de un hombre a quien me tomara como su juguete y me hiciera lo que le apetece. Tengo tantas fantasías con hombres, mujeres, viejos sin dientes... me gustaría sentir como me saborean. Me encantaría estar en un tren y sentir que me están manoseando completa. No se quiero sentirme un juguete sexual. Que me saboreen todas mis partes una y otra vez. (me encanta cuando mi mente se llena de morbosidad. Ya siento como me estoy mojando de placer y solo quisiera que me tomen a la fuerza.) Si! me encanta sentirme débil con un hombre en la intimidad. Me apasiona obedecerle, hacer cada cosa que me pida. Ser su juguete, su sumisa.... o su deposito de semen cada vez que le plazca. En cambio con una mujer me encanta usarla, hacerle lo que me plazca. Me gustaría serla mi sumisa... que me obedezca como sumisa que es. No me queda de otra que entrar a este lugar y desahogarme con ustedes. Talvez existe alguien como yo o me pueda entender. Quieres platicar conmigo? Quieres Jugar? o tener una charla erótica llena de morbo?... escríbeme! Te espero! 

La noche en el nigthclub transcurría como cualquier otra, sólo que en ésta ocasión había bebido un poco más de lo acostumbrado y me sentía caliente, con ganas de comportarme como una verdadera puta por lo que me vestí con un conjunto de brasier y tanga de lentejuelas rosa pastel y un pantalón de lycra negro, a la cadera… confieso que marcaba muy bien mis curvas y mis tetas como siempre, no pasaban desapercibidas por su tamaño; el cabello lo llevaba suelto, caía por mi espalda formando suaves ondas y alguna se detenía sobre mis tetas, la cara perfectamente maquillada, sin exagerar pues nunca he sido vulgar en mi apariencia y en los labios nunca me ha gustado utilizar colores oscuros pues ya de por sí son llamativos ya que son carnosos y bien formados… Subimos todas a la pasarela a ofrecer nuestros servicios y una a una nos fueron llamando. Había una mesa en la que se encontraba uno de nuestros mejores clientes, era un tipo de aproximadamente unos 35 años, atractivo y muy bien vestido, lo acompañaba Isis, una guapa pelirroja recién llegada de Acapulco. Era bajita, ojiverde, el cuerpo operado (así que todo estaba muy bien puesto) y sobre todo, con unas tetas enormes para su complexión. Ella era bi y sostenía una relación con una les que trabajaba ahí mismo en el área de seguridad, cuyo aspecto era más bien hombruno. Me sorprendió que me solicitaran un baile privado pues él ya tenía compañía, pero al ver que Isis se puso de pie para acompañarnos me invadió un cosquilleo por todo el cuerpo, pues ya sabía de las inclinaciones sexuales de ella y yo no las compartía en lo absoluto. Isis tenía mucha más experiencia que yo, así que ella llevaba las riendas del baile. Al ritmo de la música nos fuimos desvistiendo con movimientos provocativos, mientras él acariciaba nuestros cuerpos con las manos y con los labios… Isis le susurró al oído que podíamos darle mucho placer si nos daba una generosa propina y él accedió, ella sólo me dijo que la siguiera en todo… Yo me subí al sofá, de modo que mis piernas y mis sexo quedaba a la altura de la cara del tipo y lo rozaba lentamente con mis piernas mientras él deslizaba la lengua desde la rodilla hasta mi vagina cubierta por la tanga… Isis lentamente acariciaba las piernas de él, buscando bajarle la bragueta para hacerle una rica mamada. Confieso que aquello me excitaba sobremanera, la lengua del tipo se perdía dentro de mi húmeda vulva mientras Isis deslizaba su lengua sobre aquella verga grande y gruesa; yo le jalaba los cabellos al tipo presa de una gran excitación pues mamaba riquísimo, succionaba con total maestría mi clítoris mientras me metía un dedo en el culo… de repente sentí otras manos más delicadas apretando mis nalgas y un escalofrío recorrió mi espina dorsal, jamás me había acariciado otra mujer y no creí encontrarme en esa situación y sobre todo, no creí que me excitara tanto. Tocaba cambiar de turno con Isis, así que bajé de la posición en la que estaba y quedé absorta viendo como aquella boca mamaba esa rica verga… me uní enseguida y de repente me encontré rozando la lengua de Isis con la mía mientras las deslizábamos sobre la verga del cliente que nos jalaba los cabellos súper excitado… No podía dejar de observar el rostro de Isis y luego bajé la mirada a sus tetas sin poder evitar el tocarlas. Ella se levantó lentamente para que él le mordiera las nalgas mientras yo deslizaba mi mano por el cuerpo de Isis, estaba como hipnotizada… nunca había sentido una piel tan suave, después de la mía y deseé con todas mis ganas pasar mi lengua por aquellos pezones rosados… Ella adivinó mi pensamiento y se los pellizcó con los dedos, invitándome a besarlos… por un momento me olvidé del tipo que devoraba con la lengua el culo de Isis y comencé a mamar uno a uno aquellos pezones, mientras Isis se retorcía de placer y jalaba la verga de arriba abajo. El tipo dejó a Isis por un momento y me acomodó sobre su verga, me senté dándole la espalda a él e Isis se inclinó para darme un beso lleno de pasión en la boca… él unió su lengua a las nuestras y nos besamos con urgencia los tres… Isis fue deslizándose poco a poco a través de mi cuerpo hasta que se detuvo en mi vulva que se encontraba abierta… él me tenía ensartada pero detuvo su movimiento para permitirle a Isis que me diera una mamada… Aquello era inmensamente delicioso, estar ensartada y que pasen la lengua a través de tu clítoris… me mordía los labios para no gritar de placer y arqueaba mi cuerpo apretando la cabeza de Isis en mi pucha… Después de eso, le mamamos la verga hasta que se corrió en nuestras bocas y lamimos toda la leche que sacó. No sé ni cuántas veces me vine aquella noche, sólo sé que los tres disfrutamos como nunca la cogida, pues fue lo bastante generoso con nosotras como que ganamos mucho más que cualquier otra esa noche

Adoro que me posean. Me vuelve loca que me desnuden llenando mi cuerpo de besos y lamentadas mientras mi amante se desnuda. Me excita que me hagan tumbar sobre su cuerpo desnudo quedando apoyada sobre él mientras nos comemos a besos. Me alucina sentir como su polla empalmada presiona sobre mi pelvis y mi barriga y su pelvis y su barriga haciendo correr en mi imaginación como ese pedazo de carne en pocos minutos va a estar en mi interior. Me hace sentir mujer cuando una mano se introduce entre los dos y agarrando ese nabo lo dirige hacía la entrada de mi coño. Me siento plena cuando esa polla se introduce en mi mojada vagina y como me hacen levantarme para poder contemplar mi cuerpo desnudo desde su posición. Adoro como sus manos se dirigen hacia mis pechos y me los tocan primero con suavidad y después me los aplasten con fuerza, haciendo sentir como mis pezones quedan crecidos y desafiantes cuando se retiran esas manos y se dirigen a mi boca para que pueda chupar los dedos que las coronan. Suspiro cuando encajo del todo el apéndice en mi interior y noto como mi coño chorrea mojando mis piernas y sus caderas. Creo morir cuando sus manos me cogen por mis caderas y me hacen mover arriba y abajo marcando el ritmo de mi penetración, me gusta ver como mis tetas bailan al compas de mis saltos, como gotas de sudor van goteando desde mis erectos pezones cayendo sobre su pecho. Disfruto como loca mientras noto esa polla entrar y salir de mi. Chillo de placer cuando noto como mi abultado clítoris roza el bello púbico de mi amante provocando descargas de placer que bajan por mi espalda. Me derrito cuando noto como la dura polla toca mi matriz e invade todo mi interior. Me derrumbo cuando mirando al techo y susurrando cosas incomprensibles incluso para mi un orgasmo me invade y mi cuerpo tiembla entre descargas de placer. Disfruto viendo su cara desencajada mientras me da sus ultimas penetraciones hasta que después de tensar sus músculos un liquido viscoso invade mi interior.

Cada mañana él llega me saluda y toca mis senos de una manera rica comienzo a caminar y él me toca con la verga en mis nalgas, comienza a meter la mano entre mis mallitas para tocar mi clítoris y me empiezo a mojar delicioso, sube mi playera y de inmediato baja mi brasier para dejar mis pechos al descubierto, pis pezones a estas alturas están demasiado duritos pidiendo a gritos que los muerda, mi vagina húmeda con sus dedos dentro de ella comienza a escurrir mientras yo le pido que me coja como su puta que soy, su verga esta dura y venosa esperando que me la meta rico... me recuesta en el sillón y de inmediato le abro las piernas para que su verga comience a entrar y salir de mi cosita chorreada y le digo ¡cógeme duro con esa verga deliciosa que tienes bebé! me pide que me siente en él y yo claro que lo hago sabe que es la mejor manera en que su verga me entra completamente, me pongo en cuatro con mi culito bien parado esperando con ganas que se lo coma para sentir como me abre el ano y me mete la verga mientras yo toco mi clítoris y introduzco mis deditos en mi hoyito vaginal... me encanta sentir cada centímetro de su verga entrando por mis hoyitos pero más me prende que me tenga de pie y comience a chupar mis labios vaginales, sentir su lengua recorrerme me pide que se lo mame para sentir la explosión de su lechita en mi boquita me trago todo su semen y me lo vuelve a meter en mi culo que debo de decir que me encanta que me lo haga así

Hace mucho tiempo, que no acudía a una sala de chat, mi curiosidad innata me llevo a una de sexo…Fue ese el escenario para una de las cosas que mas me han hecho arder en la vida. Fue un día lunes cuando al fin me di valor. Espere pacientemente leyendo conversaciones sin sentido y algo picantes, no me atreví a enviar privados y solo aguantaba abriendo las ventanas que otros enviaban, las miraba y si por alguna razón sin fundamento no me gustaba el nick o como me saludaban, simplemente cerraba el privado…Me quede solo con dos conversaciones, nerviosa, mis dedos escribían frases que luego borraba ágilmente para luego escribir solo algunas silabas. Sin embargo fue el segundo día cuando conocí a un hombre que cambio mi vida… Scott7, su nick, le vi en la cam que para ese martes ya sabía usar. Su cara joven llena de arrogancia, con una barbita que enmarcaba unos labios de maneras sensuales y sonrisa sexy, su pelo castaño oscuro, corto y desordenado dando la impresión de estar salido de la cama, de cuerpo atlético y de ojos pardo. Inundada de un valor que para entonces desconocía le mande un privado…yo lo veía, pero él a mi no. La charla comenzó de forma anormal, sin hablar de nada que no fuese la vida en general y nada en particular, por algo más de una hora. Me entere que tiene 22 años, estudia, es soltero y vive a solo algunas horas de donde yo resido. Por su parte, Scott- que es su verdadero nombre- ya me conocía por cam, sabía mi nombre, que soy casada, que tengo casi 10 años mas que él y que físicamente soy morena, de altura mediana, maciza….según sus palabras con cara de santurrona. Mis ojos son oscuros y mis labios generosos. La conversación se enciende a medida que van pasando los minutos, con risillas nerviosas, nos vamos prendiendo, ahogándonos con dichos que luego no podríamos borrar, acercándonos irremediablemente a la palabra infidelidad…pasamos rápidamente a los hechos, de las miradas coquetas a mostrar nuestros cuerpos, desnudándonos, primero yo y luego él, con el morbo de saber que yo soy casada y hasta el momento fiel, Scott con una erección considerable en su hermoso miembro hizo que se me subieran los colores al rostro, ridículo, si yo estaba con mis pesados y grandes senos al aire exhibiendo mis también erectos pezones. Me fascinó todo…la situación, la conversación y su cuerpo. Creo que a él le paso lo mismo. Nos seguimos encontrando siempre a través de la red, en chats o videoconferencia, conociéndonos cada vez más, observando nuestros cuerpos al mismo tiempo…colores, formas y texturas. Cada vez más deseosos de encontrarnos. Un día de aquellos en un súbito arrebato yo desconecto la cam y le escribo un mensaje pidiéndole que nos encontremos al día siguiente-esto no puede seguir así- le digo. De ese modo concretamos una cita en un pueblito a medias entre nuestros hogares, donde nadie nos conoce y pase desapercibido nuestro encuentro, sin mediar más palabras, me desconecto y preparo una pequeña maleta para el día siguiente. Horas eternas mas tarde nos encontramos en una estación, pronto ubicamos un lugar donde tomarnos un café, dispersamos los nervios iniciales con conversaciones del tiempo- ¡Oh dios! que hago aquí- me decía una y otra vez, pero seguíamos sentados el uno frente a la otra. Salimos del lugar, nuestros cuerpos dispuestos, nuestras mentes olvidadas. Llegados al motel donde habíamos reservado, ya no hubo palabra, nos besamos por primera vez, después de mucho tiempo de ansiarlo. Nos fuimos desnudando el uno al otro, prenda a prenda, regando el suelo de la habitación camino a la cama que nos esperaba…Caímos en ella, con manos tímidas y juguetonas nos acariciábamos, aprendiéndonos, saboreando el momento, nuestras respiraciones agitadas, nuestras lenguas explorando secretos y nuestros sexos dispuestos. Al fin nos teníamos, estábamos juntos, creando magia. Él entrando en mí, yo dejándome invadir por otro con alegría, dispuesta a todo…Palpitante lo siento dentro, mi cuerpo preparado, húmedo, receptivo. Él duro, suave y rudo. Mis uñas arañando y sus manos llenándose en mis senos, en mis caderas, con mi pelo. Alcanzando la cima juntos. Nos entregamos numerosos placeres suspirando, gimiendo y gritando, mis labios sosteniendo su pene mientras mi boca succionaba, la de él en mis pezones mordiendo y lamiendo, ambos montando entre jadeos, ambos chupando lugares prohibidos, perdiéndonos y maravillándonos. Gozando.

Recuerdo el tacto que tenía tu lengua cuando me chupabas los dedos. Me duele el clítoris, la vagina al recordarlo. Tu lengua húmeda, en tu boca húmeda, como mi coño. Tus suspiros, tu respiración entrecortada. Tu blanda, suave lengua. Habíamos tomado un café, y, como si nada, me invitaste a tu casa. Yo te seguí. Con la excusa de otro café terminamos en el sofá, hablándonos hasta que no quisimos disimular más. Cuando me lo permitía mi propio placer abría los ojos y te miraba chuparme. A veces con la boca cerrada, desapareciendo lentamente mis dedos entre tus labios. Otras veces con la boca abierta. Entonces tu lengua acariciaba la punta, como si fuera un glande, o, más bien, como si fuera mi propio clítoris. Tiemblo de pensarlo. Temblaba ayer, gemía, y deseaba lamerte la polla, lentamente, como tú lamías mis dedos. Llevaba días nerviosa, porque no nos habíamos visto desde la última vez que acabamos en el sofá de tu casa. Nos reencontramos, con más gente, y nos buscamos y dejamos ir hasta quedarnos solos. Caminamos por calles oscuras. Nos íbamos parando, abrazados, acariciándonos. Me preguntabas si estaba bien, y yo te devolvía la pregunta. Y seguíamos caminando. Llegué a casa y me masturbé, tapándome la boca con la almohada. Me corrí hasta quedarme dormida, y me seguía doliendo el coño. Han pasado dos días, me he masturbado todas las noches, me has chupado los dedos, que olían a coño. Esta noche me masturbaré otra vez, a gritos, y la siguiente, y la siguiente también. He vuelto a mi casa, mi novia no está. Quiero sexo. Estaba casi corriéndome y, de repente, sonreíste. No me quisiste contar por qué, y al momento reíamos a carcajadas. Cómplice, me cuentas que te hacían sonreír las depravaciones que debían de estar pasando por mi cabeza. Sabías lo que te iba a contestar: las depravaciones no existen si no hay moral, y nosotros no tenemos moral. Es verdad, asentiste, nada es depravado. Y seguimos tocándonos y lamiéndonos, durante horas, sin llegar más allá, y pasando los límites que pondrían nuestras novias. Nos chupamos, nos rozamos, nos apretamos. No nos besamos. Los dos lo intentamos en algún momento, pero no dimos el paso. Mejor así. Esto no es amor, el amor lo tenemos en casa. Son ganas de follar como animales, de calentarnos y tocarnos. Ganas de que la próxima vez no me cojas de la cadera para apretarme la polla contra el culo, sino de que me la metas y me lo abras. De que me tires sobre la encimera de la cocina, pero de verdad. De follarte, de montarte y follarte. Quiero polla. En casa tengo un coño maravilloso que comer, y también quiero una polla. Y tú quieres mi coño y mi culo. Te están esperando.

Y le gustó tanto que ahora es mi amante Tal vez suene demasiado cursi pero es 100 % real, hola me llamo J.L actualmente me dedico a la venta de equipos de computo aquí en el norte de la republica mexicana y por respeto a mis clientes prefiero omitir la ciudad, pero en días pasados conocí aun cliente de esos señores ya de edad que están casados con mujeres jóvenes. Mauricio le llamaremos a mi cliente, un señor de unos 65 años y a Edehida a su esposa de unos 32 años aproximadamente estatura mediana, mas o menos de 92,60,96 buenísima, blanca, pelo rizado negro, la clásica descendiente de españoles, que vinieron a América, ella toda una mujer de negocios al lado de su marido con un par de pequeños retoños entre 2 y 6 años que creo le sirvieron a edehida solo para ponerse mas buena.

 Hace aprox. 3 meses el Sr. Mauricio me llamo a mi celular para decirme que su hijo menor necesitaba una enciclopedia para consulta y concerté la cita con él al sig. Día a las 11:30 am pero llegar a su casa note que mi cliente no estaba, para lo cual yo espere en su portal unos 10 minutos, en eso llega ella en una lujosa van voyager 2003, se baja y luce un perfecto conjunto ejecutivo que mostraba su gran culo y piernas preciosas, en eso me ve y me dice J.L mi esposo no va a poder venir tuvo que salir de viaje a Monterrey ya que un cliente demando a la empresa por fallas a la fabrica y salió en el vuelo de las 11:00 am, te puedo ayudar me dijo, le explique los detalles de la cita y me Dijo bueno yo te atiendo pasa, me paso a su casa, me explico que los niños estaban en la escuela y que la sirvienta estaba de vacaciones Que si quería un refresco o algo, le dije que si, al minuto mas o menos me grita que si puedo ayudarla, la manga de la blusa se le atoro en la puerta de la vitrina y quedo en pleno vuelo de puntitas mostrando ¡! Todo la bich!!!! Me dijo J.L Ayúdame a quitarme plis… en eso me pongo atrás de ella pensando aunque sea le doy un razón de huevos esta buenísima…me puse atrás tratando de disimular y estire en eso pierde el equilibrio y que se topa de culo en mis huevos, dijo hay perd…on, J.L que le pasa, con que me pegue ¿?? Noto mi bulto a cien…!!!! Le dije señora… este yo… lo siento aunque tal vez me meta en un problema, con todo respeto esta bellísima, se me quedo mirando y me dijo me lo dice de ¿ verdad?, Le dije si yo que su marido no la dejaría sola hay tanto gandalla, me contesta ella… se considera usted uno?

 Le dije señora por favor, no me rete que no respondo, me dijo me vas a pegar o que? En eso la tomo de la cintura con mi mano izquierda y le doy un beso de lengua, tomándole los pechos con la derecha, y acariciándole las nalgas, comenzó a calentarse, y me dijo que esperara, se quito el conjunto de un solo tirón y quedo en una perfecta mini tanga y sin escote… me quite también el pantalón en plena sala, y deje salir mi pene para lo cual ella dijo auhmm papito si calzas grande mi rey, mi pene lucia mas venas que cualquier físico culturista y en sus espléndidos 18 cm con mis 8 cm de grueso, no paraba de decir que cabezota tienes ¡!! Hazlo despacio mi marido la tiene como de 12 cms, por favor,…. la comencé a dedear, después nos acostamos en la sala y hicimos un perfecto 69, ya cuando estaba bien lubricada comenzó a sentárseme en mi verga y comenzó a cabalgar, era toda una diana cazadora, galopaba en mi verga como si dependiera de ella su vida, mientras yo mamaba sus tetas y observaba su grandioso culo estrellarse en mi pelvis, sentí sus primeros 2 orgasmos y grito de lo que me estaba perdiendo ¡!! Aghhh , soporte el orgasmo y la voltee de perrito, le comencé a meter un dedo en el culo ,dos, tres dedos y me decía que por ahí no que jamás lo había hecho, que su marido se iba a dar cuenta si le miraba el culo, yo estaba como loco no hacia caso y se lo comencé a mamar, a chupetear ¡!! Si el culo le daba lengüetazos, se lo mamaba, hasta que dijo papi metela ya….

 Me apoye como en mi pierna derecha sobre la sala y que se la dejo ir poco a poco, mientras le estiraba el pelo y le decía, no que no perrita, mire como mi pene moreno se metía poco a poco en ese hermoso culo blanco, mientras le daba de nalgadas a su hermoso trasero, sus grandes cachetes del ojete me excitaban tanto que la verga se me ponía a mil, fue entonces cuando le metí la cabeza de mi pene poco a poco y de repente se fue de lleno todo … ahhhh los dos sentimos que nuestras vidas se unían, la tenia completamente empalada, comencé el mete y saca, comenc&e acute; a sacarle un poco de excremento ya Que era primeriza en esos asuntos pero no importa Al terminar me mamo la verga como una desquiciada, me compro la enciclopedia y actualmente somos amantes, hace poco tiempo descubrió que su marido además de cuernudo es estúpido ya que tenia de amante a la sirvienta una señora sin chiste y vieja ¡!! Lo cual ella tomo como pretexto para separse de el, le esta bajando una buena pensión, le quito una casa, de esto ya como un mes, cuando salgo de viaje ella me esta acompañando, la dejo en el hotel o la presento como mi asistente, y al terminar cualquier venta nos vamos a nuestra voyager que el cuernudo nos compro y ahí me mama la verga que es lo que mas le gusta a mi puta.

La sensualidad y el erotismo son elementos fundamentales en la vida de las mujeres, pero a menudo se habla poco de un aspecto crucial de la sexualidad femenina: la masturbación. En este artículo, vamos a explorar el tema de la masturbación femenina y cómo esta práctica puede ser una poderosa herramienta para el autoconocimiento, la liberación sexual y la mejora de la satisfacción sexual. Despertando el Placer de la Masturbación La masturbación es un acto de amor propio y autoexploración que todas las mujeres deberían sentirse libres de disfrutar sin vergüenza ni tabúes. A través de la autoerotización, las mujeres pueden descubrir las sensaciones que las hacen vibrar, entender sus cuerpos y aprender a comunicar sus deseos a sus parejas. El Placer como Aliado del Autoconocimiento La masturbación es una oportunidad para conectarse profundamente con uno mismo. Al explorar su propio cuerpo, las mujeres pueden descubrir qué les gusta y qué no, lo que las excita y lo que las relaja. Este autoconocimiento es invaluable cuando se trata de una sexualidad saludable y placentera. Liberación Sexual y Reducción del Estrés La masturbación también es una forma efectiva de liberación sexual y reducción del estrés. Cuando una mujer se masturba, su cuerpo libera endorfinas, las llamadas «hormonas de la felicidad», que pueden aliviar la tensión y mejorar su estado de ánimo. Además, la masturbación puede ayudar a aliviar los cólicos menstruales y mejorar el sueño. Mejora de la Satisfacción Sexual en Pareja El autoconocimiento adquirido a través de la masturbación puede ser una valiosa contribución a la satisfacción sexual en pareja. Al comprender sus propias necesidades y deseos, las mujeres pueden comunicarse de manera más efectiva con sus parejas y guiar la intimidad hacia un placer mutuo. La Importancia de un Ambiente Propicio Es crucial destacar que la masturbación debe realizarse en un ambiente seguro y privado, donde una mujer se sienta cómoda y libre de interrupciones. Respetar la privacidad y el consentimiento en este contexto es esencial. Técnicas de Masturbación Masturbación Clitoriana: Esta es una de las formas más comunes de masturbación femenina. Consiste en estimular el clítoris, la zona más sensible y erógena del cuerpo de una mujer. Puedes utilizar tus dedos para acariciarlo suavemente en movimientos circulares o ascendentes y descendentes. Ajusta la presión y la velocidad según tus preferencias. Masturbación Vaginal: Algunas mujeres disfrutan de la penetración durante la masturbación. Puedes utilizar uno o varios dedos para explorar tu vagina. Utiliza lubricante si es necesario para mayor comodidad. Experimenta con diferentes profundidades y ritmos. Masturbación del Punto G: El punto G es una zona erógena dentro de la vagina que puede proporcionar orgasmos intensos. Para estimularlo, introduce un dedo curvado o un juguete sexual diseñado para el punto G y realiza movimientos hacia arriba y hacia abajo o movimientos circulares. Masturbación Anal: Algunas mujeres encuentran placer en la estimulación anal durante la masturbación. Asegúrate de usar un lubricante adecuado y, si decides explorar esta área, hazlo con suavidad y cuidado. Testimonios de Experiencias Empoderadoras En esta sección, te presento historias y testimonios de mujeres que han experimentado la masturbación como una herramienta empoderadora en sus vidas. Estas voces anónimas nos cuentan cómo la autoexploración ha influido positivamente en su relación con su sexualidad y su autoestima. Testimonio 1: El Descubrimiento de la Confianza «Para mí, la masturbación fue el comienzo de un viaje hacia la autoconfianza y el amor propio. Durante años, me sentía incómoda con mi cuerpo y mi sexualidad. Pero un día, decidí explorar y descubrir lo que me gustaba. A través de la masturbación, aprendí a amar y aceptar mi cuerpo tal como es. Me di cuenta de que tenía el control de mi propio placer, y eso me hizo sentir empoderada en todas las áreas de mi vida.» Testimonio 2: Conexión con el Cuerpo y la Pareja «La masturbación no solo mejoró mi relación conmigo misma, sino también mi relación de pareja. A través de la autoexploración, descubrí lo que me hacía sentir más placer y, al comunicarlo con mi pareja, mejoramos nuestra intimidad. La masturbación me enseñó que mi satisfacción sexual es importante y merece ser priorizada.» Testimonio 3: Redefiniendo el Placer a lo Largo de la Vida «A medida que envejezco, descubro que la masturbación es una forma maravillosa de mantener mi conexión con mi propia sensualidad. A pesar de los cambios en mi cuerpo con el tiempo, la autoexploración me recuerda que el placer no tiene límites de edad. Cada experiencia es un recordatorio de que mi sexualidad es una parte valiosa de quien soy.» Testimonio 4: Superando Tabúes y Mitos «La sociedad a menudo nos hace sentir avergonzadas de nuestra sexualidad como mujeres. Pero la masturbación me ayudó a superar esos tabúes y mitos. Al darme cuenta de que es una parte natural de la vida, me liberé de la vergüenza y pude abrazar mi sexualidad con confianza y orgullo.» Estos testimonios reflejan cómo la masturbación femenina puede ser una herramienta poderosa para el empoderamiento sexual y emocional. Cada mujer tiene su propia historia y camino de autodescubrimiento Conclusión Sensual La masturbación femenina es una expresión hermosa y natural de la sexualidad. A través de la autoexploración, las mujeres pueden descubrir nuevas facetas de su placer y empoderarse en su vida sexual. Así que, querida lectora, te invito a abrazar esta práctica sensual como un regalo para ti misma. Celebra tu propio cuerpo, descubre tu placer y permite que el autoconocimiento despierte un mundo de sensualidad