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SOBRE MI

Soy una mujer gótica, y me encanta serlo. No solo es una estética o una forma de vestir, es una manera de ver el mundo, de sentirlo y vivirlo con intensidad. Siempre he sentido una conexión especial con lo diferente, con lo que no sigue las normas impuestas por la sociedad. Me gusta caminar por mi propio camino, sin preocuparme por encajar. Vestirme distinta al resto no es una rebeldía vacía; es una expresión de mi identidad. Mi ropa, mi forma de ser, incluso los silencios que elijo, dicen mucho más que las palabras.

Desde siempre he sentido un amor profundo por las montañas. Son mi refugio, mi escape, mi lugar seguro. Allí me siento libre, en paz, como si el mundo se detuviera y pudiera simplemente existir sin que nada ni nadie me presione. La naturaleza salvaje, el aire frío, la niebla entre los árboles... todo eso me llena el alma. Si pudiera, viviría en una cabaña entre las montañas, rodeada de silencio, gatos y buena música.

Hablando de música, mi playlist es un reflejo de mis emociones. Mi estilo favorito es el punk, sin duda. Me gusta su fuerza, su energía cruda, su mensaje de inconformismo. También escucho mucho rap, sobre todo letras con contenido fuerte, con verdad, con rabia y corazón. Y sí, aunque no lo parezca, de vez en cuando me dejo llevar por una buena balada. Esos momentos más tranquilos también tienen su lugar en mi mundo.

Mi color favorito es el rojo. Intenso, pasional, profundo. Para mí, el rojo representa muchas cosas: fuerza, amor, peligro, deseo. Lo uso siempre que puedo, ya sea en la ropa, en los labios, en algún accesorio... es un color que me hace sentir viva. Hubo una época en mi vida en la que tuve muchos piercings. En la cara, en el cuerpo… me encantaba experimentar con mi imagen, sentir que cada perforación era una forma más de expresarme. Cada uno tenía su historia, su momento, su razón. Aunque ya no tengo tantos como antes, guardo con cariño esa etapa. Fue una forma de reafirmar mi identidad, de apropiarme de mi cuerpo y convertirlo en arte.

Físicamente, tengo el cabello corto, algo que muchas veces sorprende, pero que me define. Me gusta la libertad que me da, la manera en la que revela mi rostro y destaca mis rasgos. Mi piel es blanca, muy clara, y mis ojos son color avellana, con un brillo que cambia según mi estado de ánimo o la luz del día.

Y si hay algo que verdaderamente amo en este mundo, son los gatos. Me fascinan por su misterio, su independencia, su elegancia silenciosa. Creo que tienen una conexión especial con quienes saben ver más allá de lo superficial. Tener un gato cerca es como tener un pedazo de magia caminando por la casa. Me identifico mucho con ellos: observadora, tranquila, pero con un lado salvaje que aparece cuando menos se espera. En resumen, soy una mujer con un alma oscura pero luminosa, que encuentra belleza en lo alternativo, paz en lo natural, y pasión en lo auténtico. No busco ser comprendida por todos, solo por aquellos que sepan mirar con el corazón.