AmelieNovak

Soy una mujer que, a pesar de ser tímida en muchos aspectos, irradio una energía que pocos pueden resistir. La gente suele decir que soy carismática, que tengo una forma especial de atraer a las personas, aunque dentro de mí siempre hay una pequeña batalla entre mi timidez y esa parte de mí que anhela conectar con los demás de una manera profunda. Es extraño, porque mientras me cuesta abrirme, al mismo tiempo siento una necesidad incontrolable de vivir y disfrutar intensamente de las experiencias que la vida me ofrece.

Mi comida favorita, sin duda alguna, es la bandeja paisa. Hay algo en ella que no solo me llena el estómago, sino también el alma. El sabor de los frijoles, el chicharrón crujiente, el arroz, la arepa, el huevo y la carne molida… cada bocado es como un abrazo cálido, un regreso a mis raíces, a la tierra que me vio crecer. Me encanta compartirla con mis seres queridos, como si cada comida fuera una celebración. Aunque, debo confesar, también disfruto de ese momento de intimidad cuando me siento sola y me sirvo un plato para disfrutarlo en silencio, saboreando con calma, sin prisa, cada ingrediente.

Me fascina viajar, especialmente a las playas. No hay nada más liberador que sentir la arena entre los dedos y el sonido del mar rompiendo contra las rocas. Cada vez que estoy cerca del océano, siento una conexión profunda con el mundo, como si pudiera liberarme de todas las expectativas y responsabilidades. La brisa marina me despeja la mente, el sol acaricia mi piel y el agua, con su frescura, me hace sentir renovada. Es en la playa donde más me siento yo misma, donde me permito disfrutar del momento presente sin preocupaciones. Soy de las que se tumban en la orilla, cierra los ojos y deja que el viento juegue con el cabello, mientras el sol se pone en el horizonte.

A pesar de mi timidez, tengo un lado romántico y sensual que disfruto explorar en mis relaciones personales. Soy una mujer apasionada, que ama las pequeñas muestras de cariño y esas miradas cómplices que dicen más que mil palabras. Me encanta crear momentos especiales, sorprender a mi pareja con algo sencillo pero significativo. Una cena a la luz de las velas, una carta escrita a mano o una conversación profunda a medianoche, son los gestos que realmente tocan mi corazón. Para mí, lo más importante no son los grandes gestos, sino esos pequeños detalles que hacen que cada momento se sienta único.

Soy una mujer que disfruta de los placeres simples, de las cosas cotidianas que a veces la vida moderna hace que pasen desapercibidas. El sonido de mi canción favorita en la radio, una taza de café caliente por la mañana, o incluso el aroma de un libro nuevo. Todo eso me llena de una felicidad tranquila, de esa paz que se encuentra en los pequeños momentos que, aunque fugaces, son los que realmente hacen que la vida valga la pena. Y, por supuesto, no hay nada como esos momentos íntimos, a solas con mi música favorita, donde me entrego a la sensualidad de la melodía y dejo que cada nota me envuelva, creando un ambiente donde solo existo yo y la música. Es mi refugio, mi espacio donde puedo ser completamente libre y auténtica.