
La sexualidad humana es un campo vasto y diverso en el que cada individuo tiene sus propias fantasías y deseos. Dentro de la comunidad transexual, estas fantasías adquieren una dimensión totalmente nueva. Cada persona trans experimenta su sexualidad de manera singular y siente sus propias fantasías. Esto viene determinado en gran medida por la experiencia y el viaje de la transición. Las siguientes líneas destacan las historias y fantasías de las personas trans. Te mostrarán cómo la exploración sexual contribuye a la autoconstrucción y la autorrealización.
Estereotipos en torno a las fantasías trans
La mayoría de los estereotipos que rodean las fantasías trans suelen basarse en ideas falsas y a veces reductoras. Estos pensamientos torpes alimentan clichés perjudiciales sobre la sexualidad en relación con la comunidad transgénero. A veces son deshumanizantes y se refieren exclusivamente a la transición de las personas trans, o incluso a su identidad, en lugar de aceptar su diversidad y complicidad como individuos. Esto nos impide reconocer que las personas trans pueden tener muchas fantasías.
Pero ten en cuenta que la sexualidad de las personas trans debe considerarse como la sexualidad de cualquier otra persona. Es rica y variada, y no se reduce a fantasías especiales o comportamientos particulares. Y cuando se combaten estos prejuicios, se fomenta una mayor comprensión, aceptación de la diversidad e inclusión de las personas trans. De este modo, las personas trans se liberan de las presiones sociales y disponen de un espacio en el que expresar su sexualidad en paz. Además de los estereotipos mencionados, podemos mencionar el hecho de que las personas trans tienen fantasías calificadas de particulares (exóticas o atípicas). Para algunos, no se corresponden con las normas de género. De hecho, cada individuo, ya sea trans o heterosexual, tiene sus propias preferencias y fantasías. Dicho esto, no hay que categorizar los deseos sexuales de las personas trans.

Imagen de Mircea Iancu de Pixabay
Fantasías dentro de la comunidad trans
La diversidad de fantasías en la comunidad trans pone de manifiesto una amplia gama de deseos y exploraciones sexuales, al igual que en el resto de la sociedad. Las fantasías más comunes incluyen prácticas como el BDSM, los azotes y las experiencias eróticas que implican eyaculación. El BDSM, por ejemplo, implica un juego erótico de roles en el que una persona trans adopta una posición dominante o sumisa, al tiempo que se reconoce plenamente en su género.
Además, cada fantasía puede estar influida por el viaje personal de la transición y las experiencias vividas, que configuran la forma en que las personas trans exploran su sexualidad. El vínculo entre la identidad de género y la exploración sexual se convierte así en un elemento central, que permite a estas personas expresar sus deseos al tiempo que redefinen su relación con su propio cuerpo. Así pues, las fantasías pueden representar no sólo una forma de realización personal, sino también un medio para comprender y aceptar mejor la propia identidad de género, en consonancia con los deseos más profundos de cada uno.
Testimonios y relatos de personas trans sobre sus fantasías
Las fantasías son una de las cosas que sazonan la vida sexual, y las personas trans no son una excepción. Los testimonios y relatos de personas trans que siguen a continuación te mostrarán la rica diversidad de las fantasías trans. Aprenderás lo beneficioso que es crear espacios seguros donde todo el mundo pueda expresar sus fantasías sin miedo a ser juzgado o estigmatizado.
Jérémie
Jérémie es un hombre trans de 30 años que vive en Rennes, en el departamento de Ille-et-Vilaine (Francia); comparte su experiencia sobre sus fantasías después de su transición: «Durante varios años no me sentí a gusto con mi cuerpo , lo que redujo considerablemente mis deseos sexuales. Sólo después de la transición empecé a explorar mis fantasías. La primera fue redescubrir una intimidad tierna y reconfortante, alejada de los estereotipos hipersexualizados que suelen asociarse a los hombres trans. Por mi parte, la importancia de una comunicación abierta con mi pareja, me permitió descubrir prácticas suaves y sensuales que realmente se adaptaban a mí.»
Alice
Para Alice, una estudiante trans de 27 años de Bruselas (Bélgica), practicar BDSM ha sido una forma de reforzar su autoafirmación:
«Antes de mi transición, sentía cierta confusión en torno a mis fantasías de dominación y sumisión. Después de mi transición, estas fantasías adquirieron una nueva dimensión. Descubrí que el BDSM podía ser una forma de afirmar mi identidad como mujer, pero también de explorar las dinámicas de poder de un modo que reflejara mi trayectoria personal.»
«Es más, encontré foros donde podía hablar libremente de mis deseos sin ser juzgada, y eso me ayudó mucho a entender mejor mis propias fantasías y a explorarlas con compañeros de confianza.»
La historia de Alice muestra cómo ciertas fantasías pueden ayudar a deconstruir ideas preconcebidas sobre el género y la sexualidad. Para ella, las comunidades online dedicadas al BDSM han desempeñado un papel fundamental en su crecimiento.

Imagen de Giorgos Arapekos de Pixabay
Rosa
Rosa es una mujer trans de 45 años. Es camarera en un restaurante de Barcelona (España) y descubrió el placer en solitario tras años de reprimir sus deseos: «Me sentí desconectada de mi cuerpo durante mucho tiempo, sobre todo antes de mi transición. Tras una serie de operaciones quirúrgicas, por fin empecé a permitirme sentir placer. Y explorar mi cuerpo con juguetes sexuales fue una revelación. Sólo entonces me di cuenta de que podía tener fantasías en las que mi cuerpo es plenamente deseado, incluso por mí misma».
Jordan
Jordan, un hombre trans de 35 años que vive en la Costa Azul. Este director de una empresa de corretaje comparte su viaje hacia la aceptación de su cuerpo y sus deseos a través del erotismo: «Después de mi transición, me costó reconciliarme con mi cuerpo y mi sexualidad. Evité las relaciones íntimasdurante mucho tiempo , porque no confiaba en mí mismo. Sin embargo, gracias a parejas pacientes y comprensivas, descubrí un lado erótico de mí misma que nunca había explorado. Una de mis fantasías era que me acariciaran y valoraran por mi cuerpo después de la transición. Esto me permitió recuperar la confianza perdida y desarrollar plenamente mi sexualidad».