Uno de los primeros temores de los hombres en el dormitorio es no ser lo suficientemente buenos en la cama. Ser más resistentes en la cama suele formar parte de los objetivos de los hombres. Pero, ¿están necesariamente relacionados el placer y la resistencia? ¿Y cómo se consigue?
Son muchos los tópicos que circulan sobre la masculinidad. Asociamos el tamaño del pene, el tiempo, la penetración, la rigidez….. Estas ideas preconcebidas tienen una vida dura y persisten en el tiempo. Sin embargo, el placer sexual y la duración del coito no están necesariamente vinculados. Sobre todo si nos fijamos en las medias de ustedes, caballeros.
Al fin y al cabo, la duración media del coito oscila entre 10 y 20 minutos: así que no hace falta correr una maratón para dar o recibir placer. Y depende sobre todo del lugar que asignemos a la penetración en nuestra sexualidad. Pero la obsesión por el rendimiento se mantiene. Entonces, ¿cómo ser más duradero en la cama? Los sexólogos ofrecen 6 consejos que pueden ayudarte.
Consejo nº 1: Anticiparse
Una de las primeras cosas que debes hacer antes de iniciar una relación sexual es …… Vaciar la vejiga. O mantenerla llena (pero no tanto como para tener que hacer pis). Es un consejo extraño, dirás. Pues no lo es tanto.
De hecho, con la vejiga vacía o llena, puedes contraer mejor el cinturón abdominal o provocar tensión en el perineo (con la vejiga llena). Porque sí, señores, ustedes también tienen perineo. Y también deben saber que son estos músculos pélvicos los que ayudan a la eyaculación masculina. Así, algunos hombres controlan mejor su erección cuando se corren. Otros prefieren tener la vejiga vacía para concentrarse mejor.
Cada uno debe encontrar lo que más le convenga: una vejiga llena o vacía, pero al menos piénsalo antes de mantener relaciones sexuales. Te ayudará a ser más firme en la cama.
Consejo nº 2: Empezar poco a poco
Aprende que potencia no significa necesariamente fuerza. Penetrar a tu pareja como un bruto no te convertirá en el mejor polvo de su vida, y te hará aún menos firme en la cama. Los sexólogos recomiendan incluso una penetración suave al principio del sexo. Es la sensación de este avance lo que aumentará la excitación. Así que hazlo despacio, disfrutando de cada milímetro. Aprende a disfrutar del camino en lugar de ir directamente a por la meta.
Cómo funciona. Avanzar despacio tiene varias ventajas. En primer lugar, permite que el pene (y especialmente el glande) se acostumbre a su nuevo «entorno». Un lugar más cálido, húmedo y apretado lo excita, así que no hay necesidad de exagerar. De hecho, piensa en tu glande, esa pequeña criatura hipersensible que reacciona al menor estímulo. Así que tómatelo con calma y dale tiempo para que se adapte.
Por eso muchos hombres comienzan la penetración lentamente para adaptarse a estos cambios hasta que la excitación está bien establecida. Una vez que el pene y el glande estén bien acostumbrados, descubrirás que tal vez no necesites reducir la velocidad en mitad del coito para evitar la eyaculación.
Y si todavía estás demasiado excitado, bájate. Evita la penetración si eres ultrasensible. Deja que disminuya la presión (¿recuerdas a tu madre? ¿Una imagen demasiado intensa?) mientras permaneces erecto para continuar sin problemas. El objetivo es mantener el control.
Consejo nº 3: Lubrique, lubrique
Es una buena idea utilizar lubricantes para estar más firme en la cama. ¿Por qué? Porque el lubricante crea una película grasa en la vagina y en la cabeza del pene, lo que reduce la sensación de fricción, disminuye la intensidad de la excitación física y, por tanto, reduce un poco la sensibilidad del pene. Lo mejor de todo es que puedes elegir el tipo de producto. Pero los geles a base de agua son los más recomendables.
Ten en cuenta también las sensaciones que producen. Por ejemplo, recuerda que los lubricantes que calientan o enfrían aumentan la excitación. Así que sé goloso, pero no demasiado.
Consejo nº 4: Un poco de entrenamiento de fuerza para el perineo
Ahora que sabes que tienes uno, debes saber que puedes trabajarlo igual que el de una mujer. Este gran músculo que va desde la punta del ano hasta la raíz del pene puede estimularse, tonificarse, contraerse, etc. Y un mejor control de este músculo te ayudará sin duda a tener más resistencia en la cama.
Hacer esto, fácil. Hazlo al orinar, para identificar los músculos del esfínter del perineo, esos musculitos responsables de tu eyaculación. Así que siéntate en el váter con la espalda recta. Y en cuanto te sientas preparado, relájate para que la orina salga de forma natural (sin forzar ni presionar el globo vesical).
Aquí esperas a que baje el pis, no vas a por él. Así aprendes a contraer o relajar el perineo. Estos dos movimientos te ayudan a rendir mejor en el dormitorio. De nuevo, se trata de control.
Consejo 5: Evite el té, el café, los refrescos, ciertas pimientas y especias.
No es sorprendente que nuestros sexólogos hayan establecido una conexión entre la resistencia sexual, la nutrición y el estilo de vida. Hay alimentos, como los mencionados, que son irritantes para los órganos sexuales. Así que no se asuste, no estamos diciendo que deba suprimir drásticamente todos los placeres, pero limitarlos en la medida de lo posible es una buena recomendación.
De hecho, algunos alimentos pueden provocar pequeñas contracciones en el bajo vientre. Esto puede acelerar de forma natural la eyaculación debido al estado de tensión que estos alimentos provocan en la zona pélvica.
Además, se sabe que todos estos alimentos provocan que orines con frecuencia o que tengas más dificultades para controlar el esfínter de las vías urinarias.
Consejo nº 6: Entrénate para ser más duradero en la cama
Sí, puede sonar a tópico, pero es cierto. Pero no cualquier deporte (a menos que te importe el cardio). A menudo se recomiendan el yoga y el pilates. Estas actividades deportivas se basan en la respiración y el fortalecimiento de la faja abdominal y el perineo, ideales para aumentar la resistencia en la cama. Proporcionan un muy buen tono muscular a este nivel, que podemos transferir fácilmente con las relaciones sexuales.
Y tienen la doble ventaja de relajar y desconectar. Nos olvidamos del estrés, y es un plus definitivo para concentrarnos y tener un mejor control durante el sexo. Recuerda que el estrés y la ansiedad pueden provocar eyaculación precoz. Después, suele ser bueno practicar algún deporte para mantenerse en forma y despejar la mente.
Ahora que ya tienes algunos consejos, ¡te toca ponerlos en práctica!
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