
Es innegable que tener carisma permite llamar la atención. Facilita la vida, ya sea en el ámbito profesional o personal. También es una baza importante en la seducción. Si no eres carismático por naturaleza, puedes aprender a serlo. He aquí algunas explicaciones.
Cuando conoces a alguien carismático, te acuerdas de él. Es el tipo de persona que atrae todas las miradas y a la que queremos ofrecerle todo, o que se convierta en nuestro amigo. Sin embargo, hablar simplemente de carisma es reductor. De hecho, es necesario diferenciar entre carisma profesional y personal, que son dos cosas muy distintas e incluso opuestas.
En pocas palabras, cuando hablamos de carisma profesional, nos referimos a imponer las ideas o los valores de uno. Tomemos por ejemplo a los políticos, que son campeones en este campo. En efecto, sea cual sea su público y el medio en el que se comunican, su único objetivo es convencernos y adherirnos a sus ideas, aplastando al mismo tiempo las del adversario.
Aunque admire a algunos de ellos, es posible que no quiera pasar sus vacaciones con ellos. Aquí no hay carisma, estamos en el terreno personal. ¿Has entendido el ejemplo? Así que es importante entender que el carisma profesional no engendra necesariamente afecto. Es el caso, a la inversa, del carisma personal.
Así que aquí veremos juntos cuáles son las reglas que hay que seguir para volverse carismático y hacer girar todas las cabezas. Hablaremos de la teoría de las «3 A.
Las 3 A
A de aceptación
Esto significa aceptarse a uno mismo, pero también aceptar a la otra persona tal y como es. Cada persona es diferente y no debes querer modelar a tu pareja según tus deseos, de lo contrario chocaréis rápidamente. Así pues, hay que aceptar al otro con sus defectos y sus cualidades. Si ciertas pequeñas manías os parecen molestas, haceos las siguientes preguntas: ¡tiene derecho a creer que está bien, no voy a intentar cambiarle para que me agrade! Además, si no tiene las mismas ideas que yo, ¿qué importa? ¿Por qué contradecirle? A menudo es imposible demostrar, en la vida privada, que el interlocutor está equivocado.
Y entonces, hay que considerar el hecho de que tal vez seas tú quien está equivocado y quien tiene malos hábitos. Cuestionar y dar un paso atrás son buenas maneras de ganar un poco de humildad y aceptar mejor los defectos de la otra persona. Esta actitud te hará ganar puntos en carisma.
A de aprobación
La aceptación y la aprobación no son lo mismo. La aprobación es una especie de validación del comportamiento de la otra persona. Demuéstrale que apruebas sus cualidades y busca sus activos, grandes y pequeños. Esto también le situará en una visión positiva de las cosas y sólo será más beneficioso volverse un poco más carismático.
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