¿Podría un estado de trance bajo hipnosis curar realmente la disfunción eréctil?
Hay muchas cosas que pueden causar disfunción eréctil. Está tu peso, tu tensión arterial e incluso tu nivel de sueño. Pero una de las peores causas, con diferencia, es el nivel adecuado de ansiedad de rendimiento, que se produce cuando empiezas a cuestionarte a ti mismo y tu cuerpo empieza a sentir que te está fallando por completo. Como bien saben muchos hombres que han padecido episodios de ansiedad de rendimiento, cuando te sobresaltas, no es bueno ni para ti ni para tu pareja.
Por eso, tras una experiencia reciente en la cama, decidí buscar ayuda profesional y finalmente acudí a un hipnoterapeuta que me aseguró que podía ayudarme a recuperar mi mojo.
Ahora bien, si tener el mejor sexo de tu vida es algo que te interesa, sigue leyendo. Pero si no tienes tiempo para permitirte una hipnoterapia, no te preocupes. Hay muchas otras formas de potenciar tu erección.
1 – Hay verdad en la hipnosis
Se te perdonaría que te preguntaras sobre la eficacia de la hipnoterapia, sobre todo cuando se trata de eliminar la ansiedad por el rendimiento sexual. Así que dejemos algo claro: la hipnoterapia tiene un historial probado. Realmente lo tiene.
Un estudio recientese centró en 79 hombres sin causa orgánica detectable de su impotencia y los dividió en grupos tratados con testosterona, trazodona e hipnosis. Las tasas de éxito fueron del 60%, 67% y 80% respectivamente, siendo la hipnoterapia el único tratamiento significativamente más eficaz que el placebo.
2 – Un estudio conductual real
Antes de una sesión, mi hipnoterapeuta me invitó a rellenar un formulario de registro detallando cómo y cuándo duermo y durante cuánto tiempo, cuánto alcohol y café consumo y cuánto ejercicio hago. Revisó esta información y quedó, basta decirlo, horrorizado.
«Adopto un enfoque holístico de la hipnoterapia», dice. «Y la hipnoterapia va a ayudarte con tu problema. Pero observando algunas de tus elecciones vitales, podemos hacernos una idea de lo que está pasando y quizá eso sea la mitad del problema, quizá más.»
Al parecer, bebo demasiado, llego a casa demasiado tarde y bebo demasiado café por la mañana. El único hábito que le gusta es el tiempo de ejercicio vigoroso al que me comprometo a diario, y me dice que siga con él si quiero continuar.
3 – No hace falta ser ingenuo para que la hipnosis funcione
Aunque no es una idea con la que me quede, varias personas con las que hablé antes de mi sesión parecían sugerir que la hipnoterapia no funcionaría porque son demasiado inteligentes para eso. Mi especialista me asegura que se puede hipnotizar a cualquiera siempre que esté dispuesto a seguir sus instrucciones y que todo el mundo es programable.
«Los que [no se consideran sugestionables] suelen ser personas despiertas y alerta, capaces de cuestionar su entorno», explica. «Estas personas son sujetos excelentes para la hipnosis, porque nos permiten hablar de la estructura inteligente de la hipnosis. De hecho, son los mejores sujetos.
4 – Es increíble
Después de hablar de mis terribles hábitos, por fin dedicamos algo de tiempo a la hipnosis. Empezamos hablando de otro formulario que había rellenado en el que se me preguntaba si me baso principalmente en la vista, la visión o los sentimientos para interpretar el mundo que me rodea. Mis respuestas sugieren que estoy dividido a partes iguales entre ser visual y cinestésico.
«Esta información me ayudará a comunicarme mejor contigo dentro de un momento», dice, y luego me entrega unos auriculares. Coge un micrófono y empieza a hablar sobre una pista de fondo muy relajante. Cierro los ojos mientras habla sobre las diez. Mi cuerpo se vuelve cada vez más pesado, y cada vez que llega al «uno», estoy tan relajada como puedo estarlo sin dejar de ser plenamente consciente.
Me pide que visualice una isla tropical. Describe la información sensorial de que dispongo mientras camino por una colina cubierta de hierba, atravieso una selva tropical y llego a una playa en la que veo cernirse una nube blanca y esponjosa que representa mis problemas. Se oscurece. Luego se disipan. Me siento increíble.
5 – Una sensación de bienestar
Lo que ocurrió a continuación me resulta un poco difícil de recordar con precisión. Me encontraba en un estado de trance en el que había perdido la noción del tiempo. Aunque nunca me sentí bajo el control de nadie. Recuerdo que mi hipnoterapeuta me daba afirmaciones positivas sobre conseguir «lo difícil» en todo momento. Así como sobre las aventuras vitales de mi fiel erección. Al cabo de 5, 10 o quizá 15 minutos -no puedo estar seguro- volvió a decirme que estaba despierto. Cuando abrí los ojos, siempre me sentí extremadamente relajado y abierto a las sugestiones.
6 – Podrías estar hipnotizado ahora mismo
«Estás en lo que se llama estado hipnagógico», explica. «Es la fase de transición que se produce entre estar dormido y despierto. Pasas por ella por la noche y de nuevo por la mañana. Es un buen momento para hacer algunas de las afirmaciones positivas que vas a utilizar. Te las enviaré ahora por correo electrónico. Y, por cierto, hay aún más formas de convertirte en un dios del sexo.
7 – Hace falta determinación
Mi hipnoterapeuta especifica que, para obtener mejores resultados, quiere que continúe el trabajo en casa. Además de un par de BluBlockers que quiere que me ponga durante una o dos horas antes de acostarme, hay una bombilla ámbar que, al igual que las gafas, evitará que mis niveles de melatonina se tambaleen. También me dan folletos sobre el marisco salvaje de Alaska. Porque destaca la importancia del omega-3. Así como sobre sustitutos del té y el café sin cafeína. Mientras me preparo para salir de su despacho, también tengo una caja rebosante de afirmaciones originales, reglas para escribir mis propias afirmaciones, clips de audio sobre autohipnosis. Hay al menos una docena de artículos sobre los efectos nocivos del exceso de alcohol y cafeína y del sueño insuficiente.
Siempre he odiado los deberes, pero si me devuelven el mojo, me apunto.
8 – También necesitarás perseverancia
Al salir, mi especialista me dice que es útil hacer más de una sesión. Recomienda al menos dos. «Si las sesiones se graban y las escucha un cliente durante unas semanas, aún mejor», dice. «Somos lo que hacemos repetidamente y hacemos lo que pensamos y creemos repetidamente. Cuanto más repites las sugerencias positivas, más se convierten en parte de tu estado mental. Esto afecta a tu realidad de una forma nueva y mejor»
9 – ¿Hipnosis? ¡Funciona!
En los días siguientes, cancelo una cita para darme tiempo a reagruparme. También doy prioridad a mi sueño. También reduzco drásticamente mi consumo de alcohol. Mi consumo de cafeína a sólo dos tazas de café y una de té. Todo ello antes de las 2 de la tarde (sorprendentemente, no sufro los síntomas de la abstinencia de cafeína: ni dolores de cabeza ni letargo). Todos los días, al levantarme y antes de acostarme, digo las afirmaciones positivas que he recibido y preparado para mí. Cosas como «Confío en mi capacidad para tener una erección fuerte y dura cuando la necesito».
Tras un descanso de 72 horas, hago el amor y todo funciona perfectamente.
