
A veces es difícil iniciar una relación sexual sin parecer un pesado o forzar la situación. Sin embargo, hay muchas formas de dejar claro de forma más o menos sutil que la deseas, y sobre todo de hacer que ella también te desee.
Hay que tener tacto para animar al sexo sin parecer prepotente, desesperado o asustadizo. También tienes que ser capaz de evocar tu deseo de sexo sin miedo a que te rechace. En resumen, es difícil ser sutil cuando se trata de pedir sexo. Lo mejor es encontrar la forma de hacer que tu pareja quiera tener sexo contigo.
No tengas miedo de ser un poco directa
No tengas miedo de exagerar. Puedes utilizar todas las técnicas románticas que se te ocurran: ofrécele flores, pon velas o atenúa las luces, crea una atmósfera que se preste a las ganas de actuar. Sé táctil: pásale las manos por el pelo, acaríciale la espalda, ofrécele un masaje (y compra aceites perfumados con antelación). El contacto propiciará lo que ocurra después.
También puedes preparar el terreno enviándole mensajes traviesos, pero procura que sean matizados, y evita la gilipollez que llega como un pelo a la sopa. Cuanto más redobles tus esfuerzos para hacerle entender lo que quieres, más lo apreciará. Nadie se ha quejado nunca de que su pareja se esfuerce demasiado. Y si has leído nuestros 10 secretos para mantener feliz a tu mujer, deberías tener muchas más ideas.
Diviértete
A veces, ser rechazado por las mujeres puede hacer que te sientas menos seguro de ti mismo, y puede resultar difícil dar el primer paso. En esos casos, no hay nada como el humor para aligerar un poco las cosas. No te tomes las cosas demasiado en serio, diviértete. Esto te ayudará a distender la situación, alejando de tu mente el miedo a ser rechazado de nuevo.
Empieza haciéndote el gracioso, convirtiéndolo en un juego, haciéndola reír, bromeando y haciéndole cosquillas hasta que el momento tome otro cariz y ponga ideas más sexys en su cabeza. También puedes distraer de las cosas demasiado serias añadiendo un poco de humor. Cuando envíes una foto tuya, en lugar de intentar ser lo más guapo posible, juega la carta del humor y envía una foto en un ambiente divertido, aunque sea una foto sexy. Sé creativo y muestra tu lado más divertido; sorpréndela. La risa también puede ser sexy, así que aprovéchala.
Verbaliza
Se dice que una de las muchas diferencias entre hombres y mujeres es que los hombres son más visuales y las mujeres más auditivas. Así que aprovecha la oportunidad para expresar verbalmente tus deseos. No hay nada que sustituya al tacto para iniciar los juegos preliminares, pero un poco de intercambio verbal seguro que excita a tu pareja y hace que quiera comprobar si tus habilidades son tan buenas como tu elocuencia. Para ello, tendrás que saber manejar las palabras con delicadeza.
Empieza con un registro más bien literario, intercambia puntos de vista, demuestra tu cultura y tu capacidad de pensar. Haz que se enamore primero de tu inteligencia, y luego lleva la conversación a un nivel más personal. Habla de lo que te gusta, de tus deseos y de cómo podríais hacer cosas más íntimas juntos, haz que se proyecte en una relación sexual contigo.
Puedes hacerlo cara a cara, susurrándole cosas al oído, o mediante mensajes de texto cada vez más calientes. Aumenta el deseo gradualmente. También en este caso, evita ser demasiado brutal y reconoce el momento adecuado para cambiar la conversación hacia algo más personal. Si vas demasiado rápido, corres el riesgo de asustarla. Si lleváis más tiempo en una relación, este tipo de mensaje de texto le dará la temperatura de la velada que le espera y tendrá el mérito de dejar claros tus deseos y, por qué no, de iniciar un encuentro sexual. Además, es relativamente más fácil hablar de las pequeñas cosas que te excitan de ella que pedirle sexo sin más.
Venga, ¡anímate!
A veces hay que tener muchas agallas para atreverse a explicar tus deseos. El miedo al rechazo siempre está presente de un modo u otro cuando te expones de este modo. Sin embargo, si no eres lo bastante explícito, te resultará difícil obtener satisfacción. Así que acostúmbrate a admitir simplemente que estás cachonda. No te desanimes nunca por el número de rechazos que puedas recibir. Hay periodos en la vida de una pareja en los que el deseo está menos presente. Esto suele ser temporal, así que sigue haciéndole saber a tu pareja que la deseas. Pregúntale qué momento del día es más propicio para su excitación, qué podrías hacer para complacerla o hacer que te desee, sugiérele cosas nuevas que probar… En resumen, ponte en marcha.
Al final, serás más sexy cuando le demuestres cuánto te gusta y cuánto te excita. Pero hagas lo que hagas, recuerda respetar su consentimiento. Siempre es mala idea forzarla con la esperanza de que le entren ganas.