
Las relaciones sexuales se resumen demasiado a menudo en la penetración. Pero hay mil formas de dar placer. Descubre nuevas sensaciones y explora el cuerpo de tu pareja de una forma nueva con el sexo sin penetración.
Dejemos de pensar en la penetración como el objetivo último de la relación sexual (con el orgasmo del hombre marcando el final). La penetración no es un fin en sí misma, hay muchas otras oportunidades de alcanzar el orgasmo, sobre todo porque es poco probable que una mujer lo consiga sólo con la penetración. Es hora de descubrir otras formas de darte placer, aquí tienes 8 ideas.
Un vasto mundo por explorar
Hay muchas zonas erógenas, y si nunca nos detenemos en ellas, nos perdemos sensaciones espectaculares. Así que volvamos al cuerpo y exploremos cada parte: cuello, rodillas, antebrazos, pantorrillas, espalda, bajo vientre…. Todo el cuerpo puede vibrar. Sobre todo porque es la intención la que hace que el momento sea más sexual. Acariciar, lamer, mordisquear, hacer cosquillas, masajear, besar… hay tantas formas de hacerlo, que las posibilidades son infinitas. Es suficiente para que te sientas como un explorador.
¿Te gustan mis pechos?
Los pezones se olvidan con demasiada frecuencia. Es una verdadera lástima contentarse con amasar toscamente los pechos sin dedicarles un poco más de tiempo. Como el pezón es una zona muy sensible, algunas mujeres llegan incluso al orgasmo simplemente estimulándolo. También en este caso hay varios métodos entre los que elegir: chupar, pellizcar, mordisquear, acariciar con las yemas de los dedos… incluso hay sextoys vibradores o que reproducen un mecanismo de succión, que son muy eficaces en el pezón. Y por último, pero no por ello menos importante, piensa en el tuyo propio.
Una buena lamida
Tenemos que dejar de pensar en la felación o el cunnilingus como juegos preliminares que nos preparan para lo que está por venir: la penetración. Si, por el contrario, considerásemos estos actos como relaciones sexuales en sí mismas, probablemente nos tomaríamos más tiempo para aumentar el deseo y buscaríamos distintas técnicas para ayudar a nuestra pareja a alcanzar el orgasmo (en lugar de precipitarnos para llegar a la siguiente parte más rápidamente).
Cuéntate historias
Las historias (en este caso, las historias traviesas) tienen un poder real sobre la imaginación, y pueden incluso hacer que alcancéis un placer insospechado. ¿Qué te parece masturbaros mutuamente mientras uno de vosotros cuenta historias sexuales sobre el otro? El mero hecho de imaginar la escena y seguir la historia, tratando ansiosamente de averiguar qué va a ocurrir a continuación, unido a las caricias mutuas, hará que os olvidéis por completo de la penetración, que ya no será necesaria.
Prueba a follar en seco
Esta táctica consiste en frotar a tu pareja sin quitaros la ropa. Podéis sentir el sexo del otro sin poder llegar a él más que a través de la ropa. Prefiere la ropa fina para esta práctica (es difícil sentir mucho a través de los vaqueros) y redescubre nuevas sensaciones. También es ideal para hacer el amor en lugares públicos sin riesgo de que te descubran. Para una sensación aún más suave, hazlo en ropa interior o con un pijama de satén, que hará que la tela se deslice más fácilmente. En cuanto a la posición, puedes ser tan ingeniosa como quieras: a horcajadas sobre tu pareja, de pie con una pierna alrededor de su cintura…
Prueba el hotdogging
Aunque el nombre suene raro, el hotdogging hace honor a su nombre. Consiste en colocar el sexo del hombre entre las nalgas de su pareja y avanzar y retroceder sin penetración, simplemente quedándose encima. ¿Ves ahora la referencia al perrito caliente? Es una variación de la famosa corbata notarial (en la que el sexo del hombre se coloca entre los pechos de su pareja). Hay que reconocer que funciona mejor con un pecho grande. Para una última variación, considera el coito intercrural (sí, otro nombre raro). Consiste en colocar el pene de tu pareja entre sus muslos. Al actuar sobre el cierre de los muslos, obtienes sensaciones diferentes. Y para el placer a dos, acércate lo más posible al sexo de tu pareja permaneciendo firmemente entre sus muslos, sin ceder a la llamada de la penetración.
Iníciate en el masaje tántrico
Suaviza el ambiente y descubre sensaciones táctiles masajeando todo el cuerpo de tu pareja. Aumenta gradualmente el deseo, explora nuevos lugares y sensaciones, déjate llevar, pero no cedas a la penetración. Cuando se domina la técnica del masaje tántrico, puedes hacer que el placer dure horas sin llegar al orgasmo.
Pásate al sexo virtual
Cuando tu pareja esté de viaje o lejos de ti, también puedes explorar el sexo a distancia o virtual. Con pequeños mensajes traviesos, puedes aumentar el deseo. Dispones de toda una gama de herramientas digitales para ello, desde los mensajes de texto al videochat, para poner tu dinero donde está tu boca. Así podréis disfrutar juntos incluso de veladas a distancia.