
Se acabaron las vacaciones y empieza un nuevo año. Y un año nuevo es a veces un signo de renovación. Incluso puede implicar el vestuario de la señora. Así que para mimarla y complacerla (y complacerte a ti misma), aquí tienes 10 consejos para regalar lencería a una mujer madura.
Las mujeres maduras son más firmes en sus elecciones y saben lo que les conviene. Por eso, para seducirlas, tienes que adaptar tu técnica de seducción, sobre todo si quieres conquistar a una puma. Sin embargo, si ya tienes una relación con una mujer experimentada, es hora de colmarla de regalos. La lencería es una buena idea, pero hay que saber elegirla. Afortunadamente, estoy aquí para darte una forma de hacerlo, para que te asegures de dar en la diana y de disfrutar también.
1 – Identifica tu talla
En cuanto a las bragas, fácil. Echa un vistazo a la etiqueta de tu ropa interior. Si tienes buen ojo, incluso podrás calcularla con un simple vistazo. Sin embargo, para el sujetador, hay que tener en cuenta dos puntos que son esenciales: la profundidad de la copa y la talla de pecho. El primero es la identificación de una letra que va desde la A para un pecho pequeño, hasta las letras E o F para los pechos más generosos. La segunda, en forma de número, mide el tamaño del pecho en centímetros, que puede oscilar entre 80 y 100 cm o más. La forma más fácil de conocer tus medidas sería volver a rebuscar discretamente en tu cajón de la ropa interior y ver la talla en una de las etiquetas de un sujetador.
Además, hay otro consejo que debes saber. Si tienes dudas, utiliza siempre una talla más que tu talla de pantalón. ¿Por qué? Por dos razones. La mujer madura apreciará una lencería que sea fácil de poner, que pueda cambiar en la tienda fácilmente si no le queda bien. También se sentirá halagada de que la veas más delgada de lo que es (y esto funciona con todas las mujeres). Pero no te pases, ¡coge una talla más, no 2 ó 3!
2 – Piensa en tu tipo de cuerpo
Mientras buscas entre los distintos modelos para complacer a tu puma, también debes tener en cuenta otro punto importante: su morfología. En efecto, muchos hombres encuentran piezas de lencería que les gustan y se lanzan sobre ellas pensando en mimar a la de su corazón, salvo que olviden tener en cuenta la silueta de la Señora. Y es un desastre. ¿Por qué es un desastre? Porque este aspecto es extremadamente importante, ya que garantizará una buena comodidad al tiempo que permitirá resaltar cada curva de la persona amada.
Para ayudarte, piensa en las formas del sujetador. Por ejemplo, un pecho pequeño a mediano, puedes optar por una forma de triángulo muy ligera o, por el contrario, un modelo push-up o ampliforme para elevar y acercar el pecho. Para un pecho medio a voluminoso, puedes optar por un balconette o un corbeille que levantará ligeramente el pecho haciéndolo parecer más turgente. Si, por el contrario, tu mujer madura tiene un pecho generoso o incluso voluminoso, sucumbe a un modelo emboitant más cubriente que garantizará una mejor sujeción. Un modelo corbeille también puede ser muy adecuado.
En cualquier caso, básate en la forma que ella suele llevar si quieres estar segura de no equivocarte.
Para la parte de abajo, la braguita es adecuada para todos los tipos de cuerpo y todos los tipos de nalgas. El shorty cubre bastante las caderas, pero tiende a romper las siluetas pequeñas y delgadas. El tanga tendrá la ventaja de realzar un poco más las nalgas con poco relieve. El tanga, por último, intermedio entre el tanga y las bragas, cubre sólo la mitad de las nalgas acentuando su redondez. Sublimará las caderas ya bien dibujadas.
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3 – Piensa en su color de piel y de pelo
Una vez hayas hecho el recorrido del tamaño y la morfología, también debes tener en cuenta su color de piel y de pelo. En efecto, los colores pastel destacarán mejor sobre una piel negra, por ejemplo, mientras que una piel mate podrá permitirse casi cualquier cosa y una piel clara preferirá los tonos suaves y tiernos. En cualquier caso, evita los colores fluorescentes para las mujeres maduras, ya que no son adolescentes.
Esto va de la mano con el color del pelo. Las rubias irán mejor con tonos pastel o colores fríos. Las pelirrojas irán mejor con rojos, verdes o azules, por ejemplo, y las morenas apreciarán los colores cálidos. Y si tienes el pelo gris… Averígualo por el color de su piel o por su cajón de lencería.
4 – Aprende nuevo vocabulario
Dominar el campo léxico es algo bueno si quieres salir indemne de la jungla de la lencería femenina. Te daré algunas nociones básicas para que entiendas de qué estamos hablando.
Los aros, también conocidos como ballenas, son las piezas rígidas de hierro que perfilan las copas de los sujetadores. Ofrecen un buen soporte al pecho.
El liguero es el accesorio preferido para estilizar la figura. A muchas mujeres maduras les gusta a la hora de seducir mostrar una cintura de avispa. Además, el liguero tiene la enorme ventaja de agrupar en una sola pieza el sujetador, el corpiño y el liguero.
El liguero, gran fantasía masculina porque añade un toque de feminidad a la silueta, suele llevarse en las caderas a modo de cinturón, con cintas y pequeñas pinzas para sujetar las medias.
5 – Lencería para una nueva relación
Cuando empieces una nueva relación, es una buena idea limitar tus riesgos. Opta por una apuesta segura en la que estés seguro de satisfacerla. Puede parecer un poco atrevido y crear cierta incomodidad seleccionar un conjunto ultra sexy. Mientras intentas encontrar un modelo que encaje perfectamente con tu personalidad, piensa sobre todo en su comodidad.
Entre los clásicos, tenemos el camisón sabio y sexy o el body que se puede llevar en cualquier circunstancia debajo de su ropa. Estas dos opciones siguen siendo atemporales y chic, al tiempo que revelan, a pesar de todo, un poco de encaje aquí y allá. Partiendo de esta base, y que hiciste coincidir, podrás hacer evolucionar estas últimas con un poco más de extravagancia. Todos salimos ganando.
6 – Lencería para una relación estable
Llevas un tiempo en una relación. Ya has superado los primeros encuentros, los primeros regalos y las primeras posibles trampas. Así que puedes pensar en la lencería más sexy para tu mujer madura, siempre que se adapte a sus gustos. Así que mantente en la elegancia y el refinamiento. De hecho, hay pocas posibilidades de que ella aprecie conjuntos complicados que la hagan parecer una actriz porno.
Prueba suerte con un conjunto, para que la parte de arriba y la de abajo vayan a juego. Si el presupuesto te lo permite, opta por dos partes de abajo: unas bragas o boxers clásicos y un tanga o tanga con algo menos de cobertura. Después, si no estás segura, siempre puedes ceñirte a los clásicos como el camisón o el body, pero tendrás que jugar con detalles traviesos como encajes, transparencias, cuentas, etc.
7 – Lencería para una relación duradera
Tu pareja y tú tenéis una larga historia. Os conocéis bien el uno al otro, vuestros cuerpos y vuestros gustos. Pero poner un poco de novedad en esta relación duradera puede avivar un poco la libido. Aquí, un poco de lencería provocativa está permitida (siempre que siga siendo elegante). Sin embargo, tendréis que tener en cuenta todos los puntos mencionados anteriormente, los errores no están permitidos.
Para empezar, comienza con un conjunto sexy con el sujetador con abertura, el tanga partido, los nippies (o cubrepezones), por ejemplo. Si aún no lo has hecho, saca el liguero y a tu milf o puma debería gustarle, siempre que el conjunto de lencería haga juego.
8 – Ropa interior para ocasiones especiales
La mujer madura siempre apreciará las pequeñas atenciones y que la mimes en las grandes ocasiones. Encuentra la pieza de lencería que realce su figura y haga que te empalmes como un burro al mismo tiempo. Y búscate un buen par de calzoncillos, sólo para la ocasión. Y si vais a jugar, aún mejor.
9 – El lugar adecuado, el momento adecuado
El lugar de dar debe estar preparado. No vas a tirar el paquete entre dos tostadas por la mañana, o en el autobús por la tarde. No, no, no. Eso arruinaría todos tus esfuerzos. Evita también los comentarios machistas o pesados. Haz las cosas bien. Piensa en un lugar agradable, en el momento adecuado, como alrededor de una buena cena para dos en un rincón discreto, por ejemplo. Evita estar al aire libre, donde la gente pueda verte, se necesita un poco de intimidad. En general, para estar segura de aprovechar el momento, elige un momento tranquilo favorable a un posible acercamiento.
10 – Tómate tu tiempo para desnudarla
El mejor momento para cada uno… Sí, porque admitámoslo, este precioso conjunto de lencería, en realidad es para vosotros dos. En definitiva, es un pequeño regalo que os hacéis a vosotros mismos. Después de haber hecho el recorrido por las tiendas de lencería, dudado 15 minutos delante de tres modelos, luego dudado entre una 85B o una 90B, ha llegado el momento de saborear su triunfo. Se acabaron las fantasías, viva la realidad. Así que tómate tu tiempo, desnúdala como a una delicada flor. Disfruta de las curvas de tu cuerpo, halágala. Esto sólo aumentará el efecto erótico para todos. Y además, ¿qué mujer, madura o no, no apreciaría este momento travieso? Así que disfrutadlo juntos.
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