
A menudo mal entendido, el BDSM (Bondage, Disciplina y Sado-Masoquismo) es una práctica sexual que explora nuevas facetas de la sexualidad. Implica placer sexual ligado al dolor y la sumisión. El BDSM se basa en el consentimiento, la seguridad y la comunicación.
En este artículo, exploraremos cinco razones por las que el BDSM puede proporcionar un placer intenso y una gran satisfacción.
Liberación al renunciar al control
Una de las razones por las que algunas personas aceptan el papel de sumiso es la sensación de liberación. Este sentimiento proviene principalmente de dejarse llevar. En efecto, la sumisión ofrece una libertad mental en la que el individuo ya no tiene que tomar decisiones. Como resultado, disfruta de un profundo placer y de una liberación total.
Además, dejarse guiar hacia la sumisión crea un espacio en el que el sumiso siente un placer intenso. El resultado es una sensación de libertad y ligereza. Esta búsqueda del placer conduce a la entrega total al otro. La sumisa puede entonces disfrutar de los momentos con alegría y gratitud. Ya no tiene que intentar controlar ni dominar nada.
Durante una sesión, un sumiso puede tener los ojos vendados y dejarse guiar por su pareja. Al no saber qué va a ocurrir a continuación, puede relajarse y disfrutar de la experiencia sin preocuparse de tomar decisiones.
La profundidad de la confianza y la intimidad
Aceptar voluntariamente la sumisión expresa confianza e intimidad entre dominante y dominado. De hecho, la sumisión exige una inmensa confianza en la pareja dominante, creando un vínculo único y poderoso.
Por otra parte, la sumisión es implícitamente una expresión de fuerza en la vulnerabilidad. Entregarse por completo, mostrarse vulnerable, puede ser increíblemente íntimo y liberador. Esta vulnerabilidad refuerza la conexión emocional y física entre los miembros de la pareja. Esto conduce a niveles de intimidad y disfrute que rara vez se alcanzan en las relaciones convencionales.
En este espacio, el sumiso puede expresar plenamente su autenticidad. Pueden ser ellos mismos, sin ser juzgados. Es una práctica en la que los deseos y los límites deben comunicarse claramente y respetarse.
Intensificación de las sensaciones y el placer físico
Una de las razones por las que se aprecia la sumisión es que permite al cuerpo liberar endorfinas, dopamina y oxitocina. En respuesta al dolor, la fatiga o la excitación intensa, estas llamadas hormonas del placer producen una sensación de bienestar y relajación. En consecuencia, cuanto más se presiona el cuerpo del sujeto, más se intensifica la sensación de placer.
Del mismo modo, la sumisión permite disfrutar del subespacio. El subespacio describe un estado mental alcanzado por el sumiso. El dolor excesivo provoca una sobreproducción de adrenalina y endorfinas. Como resultado, el sumiso entra en un estado de trance o éxtasis en el que experimenta un placer intenso e incontrolable.
De este modo, podemos destacar que un sumiso privado de sus sentidos (con los ojos vendados, los oídos taponados, etc.) puede experimentar una intensificación de otras sensaciones, como el tacto. Una simple caricia puede convertirse en una experiencia extremadamente intensa.
Validación y desarrollo personal
Muchas personas encuentran placer en complacer a los demás. Este deseo de complacer explica por qué algunos entusiastas del BDSM se ponen voluntariamente en la piel del sumiso. Los sumisos sienten una profunda satisfacción al satisfacer los deseos del dominante, y se sienten valorados en este papel. Como resultado, es probable que una sumisa se adapte de buen grado a las expectativas del dominante.
Además, la sumisión fomenta el autodescubrimiento. De hecho, la sumisión puede ser un camino para descubrir los propios límites, deseos ocultos y facetas insospechadas de la personalidad. Asimismo, la sumisión permite el crecimiento personal, ampliando los propios límites. La sumisión ofrece una exploración mejor y más profunda de uno mismo. Te permite descubrir lo que eres capaz de soportar y aceptar.
La sumisión también puede aumentar tu autoestima. En efecto, basada en el consentimiento, las palabras amables y el respeto, acentúa el sentimiento de ser deseado y valorado.
Catarsis y exploración de los deseos
Una de las ventajas de la sumisión es que permite dar salida a los deseos. En efecto, la sumisión ofrece un canal seguro para explorar y expresar fantasías y deseos que no podrían realizarse en otros contextos. Por lo tanto, es una oportunidad propicia para una gran liberación emocional. Algunas personas encuentran la catarsis en la sumisión. Utilizan este intercambio para liberar tensiones, emociones reprimidas o incluso revisitar y reproducir escenarios de forma controlada.
Los juegos de rol, y la sumisión en particular, permiten a las personas asumir papeles y experimentar situaciones diferentes a las de su vida cotidiana. Para muchos sigue siendo una forma de expresión, una manera de vivir plenamente su cuerpo y sus deseos.
En definitiva, hay varias razones por las que disfrutar de la sumisión en los juegos BDSM. En efecto, la sumisión es un marco para intensificar las sensaciones, la realización personal y la plena exploración y expresión de los propios deseos. Además, la sumisión permite una liberación total a través de la pérdida de control, una relación de confianza en uno mismo, confianza e intimidad con la pareja.
El placer de la sumisión es complejo y polifacético. Está fuertemente ligado al consentimiento informado y a una comunicación clara y continua. Así pues, el BDSM puede ofrecer una experiencia enriquecedora que ayude a las personas a conocerse mejor a sí mismas y a los demás.