
El BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión, Sado-Masoquismo), aunque todavía rodeado de estereotipos o a menudo malinterpretado, sigue despertando curiosidad en muchas personas. Y como todas las prácticas sexuales, incorpora fantasías que se han convertido en habituales y figuran entre los deseos sexuales más populares. Sin embargo, su realización requiere especial atención a la seguridad y el consentimiento. Tanto si eres un principiante como un experimentado practicante del erotismo, donde se entrelazan los juegos de control y la liberación de los sentidos, es vital comprender cómo abordar esta práctica para garantizar una buena experiencia sexual. Leyendo este artículo, descubrirás las fantasías BDSM más populares y algunos consejos para practicarlas con seguridad y dentro de los límites de cada uno.
Las fantasías BDSM más comunes
Las fantasías son una parte inherente de la sexualidad. Pueden adoptar diversas dimensiones, e incluso ir más allá de las meras fantasías sobre el BDSM. Entre las más comunes se encuentran el atamiento, el pegging, la lactancia (juego de rol médico) y el sexo con un extraño.
Juegos de ataduras
Atarse es uno de los juegos favoritos de los aficionados al erotismo. Estar atado y sentirse totalmente a merced de su pareja es una intensa fantasía para muchos entusiastas del BDSM. Esta sensación de ser dominado despierta su deseo. En otras palabras, pierdes parte o todo tu control. Antes de embarcarse en esta modalidad de BDSM hardcore, se recomienda un kit bondage para principiantes. También se pueden utilizar cuerdas, esposas y barras separadoras para inmovilizar y crear una sensación de indefensión.
Pegging
El pegging es una práctica sexual en la que una mujer lleva un consolador en el que introduce otro consolador para sodomizarte. De hecho, ella lleva este consolador y normalmente te penetra al estilo perrito. Este concepto de penetración de la mujer está diseñado para proporcionarte placer prostático con frecuencia. El pegging también consiste en dejarse dominar o dejar que la mujer tome el control. Se trata de invertir los papeles y las posturas (el penetrador es penetrado a su vez), donde la mujer expresa el principio masculino. De este modo, el hombre puede descubrir sensaciones físicas totalmente nuevas. Además, algunos cinturones incorporan un pequeño bolsillo en el que se puede introducir un pequeño vibrador.
Enfermería (juego de rol médico)
El juego de rol de enfermería o médico es una fantasía asociada al BDSM. Este tipo de juego consiste en habilitar especialmente un espacio como escenario médico para la exploración erótica. Durante este juego, puedes utilizar equipos para aumentar el placer o añadir un toque de realismo a tu juego erótico. Entre ellos se incluyen termómetros, supositorios, escalpelos, estetoscopios y muchos otros instrumentos de uso común en entornos médicos. Este juego incluye la imposición de dolor, que se convierte en una fuente de intenso placer para el sumiso. Además, el vestuario debe ser acorde con el tema, como batas blancas y mascarillas quirúrgicas.
Sexo con un desconocido
El sexo con un desconocido es otra fantasía BDSM cada vez más popular. En esta práctica, la excitación de una pareja desconocida, la seducción y la pasión sin ataduras pueden proporcionarte una experiencia sexual electrizante. Se basa en la adrenalina de lo desconocido y el placer del poder y la sumisión. Besos, caricias en una orgía y posturas que no creerías posibles con un desconocido pueden aderezar este momento erótico. El atractivo reside en explorar límites y deseos ocultos con alguien a quien no conoces de nada.
¿Cómo puedes hacer realidad tus fantasías BDSM de forma segura?
Ya sea mediante cuerdas o caricias, el BDSM le permite disfrutar de un número ilimitado de juegos para su imaginación sexual. Sin embargo, la seguridad sigue estando en el centro de esta práctica, de modo que esta libertad rima con responsabilidad. Esto significa respetar los límites del otro. Gracias a este enfoque reflexivo y consensuado, el BDSM está creciendo en popularidad.
Consentimiento
Tanto si estás en una relación como en una fiesta, siempre debes pedir consentimiento a tu pareja antes de dar rienda suelta a tus fantasías BDSM. Nadie quiere ser azotado, sodomizado o atado sin consentimiento previo. Al actuar sin consentimiento, corres el riesgo de abrazar o estropear ese buen momento de placer. Lo más importante aquí es comunicarse con claridad y respetar una negativa si se expresa.
Conoce tus límites
Si prefieres la idea de ser sumiso y estás abierto a nuevas experiencias relacionadas con las fantasías BDSM, asegúrate de comunicar tus límites a tu pareja. Por ejemplo, disfrutas haciéndole un cunnilingus a una mujer, pero preferirías, por el momento, que no fuera una mujer fuente. Quieres que te aten, pero sólo en presencia de alguien a quien conozcas bien y en quien confíes plenamente. Por esta razón, muchos entusiastas del BDSM definen una palabra segura, una palabra específica distinta de «no» o «basta» que, al pronunciarla, significa que debes poner fin al juego.
Encontrar los accesorios adecuados
En muchas películas pornográficas aparecen mazmorras, jaulas, cruces, mesas ginecológicas y accesorios de todo tipo. Si eres principiante, te recomendamos que evites las herramientas especializadas que suelen tener un precio excesivo. Puedes ir a una tienda o consultar páginas web especializadas para comprar un látigo, una martineta, correas, esposas, ganchos anales y muchos otros. Además de estos ámbitos, las tiendas de bricolaje y los supermercados ofrecen una alternativa para encontrar anillas, collares para perros, mordazas o consoladores.
Elegir el lugar adecuado
Muchas prácticas BDSM pueden realizarse en casa. Sin embargo, para experiencias más intensas, se recomienda acudir a locales especializados. El shibari, por ejemplo, requiere la intervención de un experto, ya que esta técnica puede ser peligrosa si no se domina. Varios sitios web dedicados al BDSM ofrecen información sobre clubes y fiestas privadas donde conocer a aficionados. También es posible inscribirse en plataformas de intercambio de parejas donde muchos miembros practican sexo duro y con los que puedes intercambiar ideas antes de organizar una sesión de juegos de rol BDSM.
En definitiva, recuerda que el BDSM es una práctica sexual rica en fantasías, que permite a los aficionados aprovechar un amplio abanico de posibilidades para condimentar su vida sexual mientras cultivan una relación de confianza. Tanto si te atraen los juegos de rol como el bondage o la dominación, lo importante es que cada experiencia erótica sea segura y gratificante.