
Te encanta ser sumisa y estás buscando a la dominatrix perfecta para hacerlo. Pero, ¿cómo sabes que la que acabas de conocer es la adecuada? ¿Cómopuedes asegurarte de que has elegido bien? Aquí tienes 10 puntos para demostrar que has hecho la elección correcta.
Todas las dominatrices fueron principiantes en algún momento. Y como todo el mundo, tu Reina se cuestiona, se pregunta quién es y cómo puede imponerse a ti. También intenta comprender tu comportamiento, para poder adaptarse a tus necesidades lo mejor posible, sin dejar de controlar la situación. Un momento delicado que tu dominatrix superará con éxito gracias a la experiencia, a una buena intuición (o empatía, según el caso) y a los intercambios con otras Reinas.
Así que, si ya estás satisfecho, ¡mejor! Pero si quieres acercarte más a la perfección, aquí tienes 10 puntos a tener en cuenta para que todas tus fantasías de sumisión se hagan realidad y te exciten como nunca.
1 – Consentimiento y voluntariedad
Uno de los primeros puntos esenciales en el BDSM es el consentimiento. Los deseos de cada persona difieren de una a otra, y lo que a ti te excita puede ser diferente para otra persona. Así que es vital comunicar los deseos, expectativas y límites de cada participante. Y no olvides que cualquier relación construida en torno a prácticas sadomasoquistas debe ser voluntaria. De hecho, los juegos BDSM siempre son apreciados si son consentidos y voluntarios. Cualquier práctica infligida a la otra persona que no haya sido aceptada de antemano debe ser objeto de un cese de las sesiones. Es una cuestión de respeto a uno mismo y de confianza en la otra persona. El voluntarismo respeta este equilibrio.
2-Mentalidad y seguridad física
Como sumisa, es importante que tengas una mentalidad fuerte y que se preserve tu seguridad física. La seguridad física y mental de los participantes en juegos y prácticas sadomasoquistas es esencial. Estas actividades pueden suponer un reto tanto para el cuerpo como para la mente, ya que el dolor, la tensión muscular y/o la tensión sexual pueden poner a prueba el cuerpo, mientras que la mente puede verse agobiada (cargada mentalmente) y manipulada.
Todos, dominantes o sumisos, deben poder conservar el libre albedrío para mantener una relación BDSM sana. Como responsable, tu dominatrix tiene la obligación de vigilar cuidadosamente la seguridad física y mental de su sumisa. Debe ser capaz de detectar cualquier signo de angustia en su pareja sumisa. Por tanto, es responsabilidad suya asegurarse de que el nivel de sumisión sea bien comprendido por tu Reina y de que el nivel de dominación sea bien comprendido por la sumisa.
3 – Conciencia y libre albedrío
Que seas sumisa no significa que tengas que obedecer todas las órdenes. Siempre debes tener presente que puedes decir «no» o «basta» si crees que estás sobrepasando tus límites. Y sólo porque tu Domina quiera imponerte un nuevo juego, no tienes por qué aceptarlo si no te gusta. Tienes libre albedrío, y debes preguntarte si esta nueva propuesta garantiza la salud de vuestra relación BDSM. Cada participante debe seguir siendo mental y físicamente capaz de acceder a su libre albedrío y expresar su consentimiento y voluntad.
4-Orgasmos y sexualidad controlados
Cuando eres sumiso, estás a merced de tu dominatrix. Por tanto, ella tiene poder sobre tu excitación sexual y tus orgasmos. Es este poder el que le da el control sobre ti, permitiéndole satisfacer tus fantasías y volverte dócil. Ante una dominatrix que sabe cómo imponerse a ti, serás más receptivo y buscarás más placer, poniéndote en una posición de expectativa, servidumbre y recompensa.
Si es un poco perversa (o simplemente buena en su trabajo), también puede arruinar tus orgasmos, dejándote sexual y psicológicamente frustrado y esperando más. Entonces estarás a su merced. Puede incluso ir más lejos jugando con este límite o utilizando juguetes sexuales, incluso fuera de las sesiones cara a cara. Tomemos, por ejemplo, la jaula de castidad, un accesorio muy eficaz que se utiliza a menudo para jugar a bajar y subir la excitación sexual sin llegar nunca al orgasmo.
5 – Impone sus preferencias y exigencias
Una buena dominatrix pondrá sus límites y ya te tendrá fantaseando con este simple gesto. Lo hará desde la primera sesión, para evitar cualquier «desliz» que pueda dañar la confianza que os tenéis. Y al hacerlo, te demuestra que es ella quien tiene el control. Desde el primer contacto, se posicionará para hacerte fantasear y controlarte.
6 – Respeto obligatorio
Tu Reina exigirá respeto en todo momento. Y ¡cuidado si te pasas de la raya! Te castigará en consecuencia. Así que te exigirá que muestres respeto en cada interacción, en cada petición, en cada discusión. No es un tema en el que puedas hacer concesiones. Sea cual sea el medio de comunicación (verbal, escrito, …), tienes que mostrarle tu devoción o te arriesgas a que te reprenda duramente si no lo haces. Si persistes en faltarle al respeto, ella detendrá el intercambio. Sin esto, una relación dominante-sumisa no puede continuar en condiciones normales y esperadas.
7-Tu dominatrixse volverá creativa y se adaptará a cada situación
Como sumisa, quieres liberarte de cualquier exigencia social, social o cotidiana. Eso es lo que te dará una buena Reina. Y será capaz de ir y venir creativamente según lo exija la situación. Es más, si se instala cierta «rutina», ella podrá sugerirte nuevos juegos o prácticas para renovar la emoción de tu sumisión. Un punto importante si quieres mantener la motivación y someterte con naturalidad.
8 – Escucha y tolerancia
Aunque tu dominatrix te controle, siempre debe escucharte. Pensar que tu Domina es impermeable a cualquier negociación o discusión es un error, sobre todo en una relación nueva. Así, si cometes un paso en falso, ella sabrá cuándo castigarte, para que el castigo sea eficaz y constructivo. Por otra parte, no olvidará las ofensas y siempre decidirá una corrección adecuada. Todo depende de tu carácter, de si buscas una «referencia emocional» o una sádica despiadada.
9 – Palabras seguras y límites
Como he dicho antes, una relación BDSM sana se basa en el consentimiento y la voluntariedad. Por eso es importante que tu dominatrix tenga en cuenta tus límites físicos y psicológicos. Transgredir estos límites y no tener en cuenta los sentimientos de tu sumisa sería una falta por parte de tu Reina. La confianza debe ser una calle de doble sentido. Los límites pueden traspasarse con pedagogía y consentimiento. Las palabras de alto, que ponen fin instantáneamente a un juego, deben escucharse y respetarse inmediatamente y sin negociación. Es importante recordar que todo el mundo puede elegir libremente. Si el diálogo no es posible durante la atención posterior, lo mejor es poner fin a la relación.
10-Lealtad y valores morales
Si una dominatrix quiere ser apreciada y respetada por sus sumisos, es importante que demuestre lealtad, integridad y cumpla sus promesas manteniéndose fiel a sus principios. Adoptando esta actitud, podrá encarnar un referente emocional estable, que es lo que buscan los sumisos femeninos, así como ciertos sumisos que se sienten más femeninos que masculinos (sumisos feminizados o feminizados). Esto les permitirá sentirse seguros y confiados, al tiempo que desarrollan una relación de sumisión satisfactoria. Para conseguirlo, mantendrá cierta distancia contigo.
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